El Gobierno catalán negocia con la organización terrorista Terra Lliure el abandono de las armas
El Gobierno de la Generalitat de Cataluña ha iniciado en las últimas semanas conversaciones con Terra Lliure para que la organización terrorista abandone las armas, según desvelaron ayer fuentes del Gobierno catalán. El peso de las conversaciones recae en el conseller de Gobernación, Josep Gomis, y en el diputado de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Ángel Colom, que actúa "de banderín de enganche" de los independentistas. El Gobierno central avala estas negociaciones, según admitieron ayer implícitamente fuentes gubernativas.
Josep Gomis mantiene puntualmente informados de los contactos al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, al ministro del interior, José Luis Corcuera, y al secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera. Gomis ha mantenido, además de conversaciones telefónicas periódicas con Corcuera, al menos dos entrevistas personales con el ministro en las últimas semanas.Un portavoz de la Administración central consultado ayer por este diario no quiso ni confirmar ni desmentir la existencia de contactos entre el Ejecutivo catalán y Terra Lliure, aunque otras fuentes, también gubernativas, admitieron implícitamente la existencia de dichas negociaciones, así como el hecho de que el Gobierno socialista avala las gestiones de Gomis en este terreno.
Mediación de ERC
La posición política del Gobierno español se resumiría, según fuentes oficiales de la Generalitat, en una buena disposición para discutir la puesta en libertad progresiva de los presos terroristas catalanes, así como el retomo a Cataluña de los independentistas que se hallan en la clandestinidad, sobre todo en el sur de Francia. A cambio de ello, el Gobierno exige la renuncia a la violencia por parte de Terra Lliure.En todo este proceso negociador, cuya oferta mantiene cierta similitud con la que el Gobierno realizó en su día a ETA (político-militar), juega un papel de mediador el parlamentario autonómico de Esquerra Republicana Angel Colom, que encabeza el sector independentista de su partido. Este diputado, que hace unos meses giró una visita por distintas prisiones españolas para entrevistarse con los activistas de Terra Lliure encarcelados, intenta atraer a los mismos hacia el independentismo no violento, coincidiendo de esta forma su estrategia política con la de la Generalitat.
El momento político actual es considerado favorable para las conversaciones, dada la división existente entre las dos facciones del escindido Moviment de Defensa de la Terra (MDT), brazo político de Terra Lliure, que mantiene una relación con la organización terrorista catalana similar a la de Herri Batasuna respecto a ETA. Un sector importante del MDT considera que la acción violenta no tiene sentido y que deben plantearse batallas políticas en el terreno parlamentario, según fuentes gubernativas.
La propia Terra Lliure atravesaría, además, una seria descomposición interna, fruto tanto de las divisiones internas como de las caídas policiales que han sufrido sus otrora dirigentes históricos: Carles Benítez fue detenido en Reus (Tarragona) el pasado 17 de junio y Pere Bascompte fue capturado en Perpiñán (Francia) el pasado 10 de enero, aunque fue puesto en libertad el 7 de marzo.
El conseller de Gobernación de la Generalitat ya mantuvo el pasado mes de enero conversaciones con la familia de Pere Bascompte, a la que recibió en su despacho oficial poco antes de que fuese detenido. La familia intentó en aquella ocasión que Josep Gomis mediara para encontrarle un trabajo estable al activista catalán.
Otros dos miembros del Gobierno catalán habían realizado con anterioridad gestiones similares con familiares de presos de Terra Lliure, que en la mayoría de los casos pedían el traslado de los mismos a cárceles catalanas. Este fue el caso el Macià Alavedra, mientras estuvo al frente del Departamento de Gobernación entre 1982 y 1985, y del hoy presidente del Parlamento autonómico, Joaquim Xicoy, que mantuvo varias entrevistas en 1988 siendo conseller de Justicia.
Distintos dirigentes socialistas catalanes también han realizado labores mediadoras ante terroristas exiliados. Joan Raventós, presidente del PSC y ex embajador de España en Francia, inició el pasado verano una serie de contactos para lograr el regreso a España de Jaume Martínez Vendrell, condenado a 12 años de prisión por su implicación en el asesinato del industrial Josep María Bultó.
Francesc Ferrer, senador de Gerona elegido como independiente en las listas del PSC, pidió al ministro José Luis Corcuera que renunciara a solicitar a Francia la extradición de Pere Bascompte.
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