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Dos décadas de pluralismo

El Club Siglo XXI celebra el 20º aniversario de su fundación con un acto presidido por la Reina

Comenzó siendo un refugio de la peculiar perestroika que sectores más o menos afines al régimen franquista iniciaron a fines de los sesenta, oteando lo que se venía encima. Hace 20 años que el Club Siglo XXI se abrió como cenáculo de iniciados para difundir ideas políticas incómodas para el franquismo y de profunda raíz monárquica, y acabó siendo vehículo difusor de pluralismo, aunque en ocasiones su vocación de acoger voces dispares haya provocado marejadas entre sectores de sus socios. Santiago Carrillo, presentado por Manuel Fraga al inicio de la transición, y un almuerzo con el dirigente de HB Iñaki Esnaola, ya en plena era socialista, señalan dos hitos de convulsión en el Siglo XXI.

Pero las aguas han vuelto siempre a su cauce, como cumple en el ámbito de un invento bienpensante en el mejor sentido del bienpensar burgués. No en vano fue Antonio Guerrero Burgos, duque de Cardona, el impulsor del invento y su primer presidente. Cuando tras los inicios, restringidos exclusivamente a los socios, las aulas del club se abrieron al público comenzó su auténtica labor de debate y difisión de posiciones políticas, económicas y culturales.Las cenas con coloquio batieron marcas en los primeros años de la transición: la escasísima calidad de las viandas -una nota anecdótica, pero definitoria de la casa- se compensaba con creces por el interés que suscitaban las intervenciones de los conferenciantes -ninguno ha cobrado por subir a la tribuna-, de modo que durante algún tiempo el club fue noticia semanal por la pujanza de las ideas que allí se expusieron y que circularon de modo destacado por la torrentera que fueron los primeros años de la transición española.

El 27 de octubre de 1977, Manuel Fraga presentó en el Siglo XXI a Santiago Carrillo. El terremoto provocó, además de algunas bajas en el club, la primera de las múltiples rupturas internas que han jalonado la vida de AP: un grupo llamado Unión Nacional Española, de inspiración tradicionalista, se separó de Alianza Popular, mientras que su integrante más conocido y presidente del grupo, Gonzalo Fernández de la Mora, se quedó en el partido y se marchó del club.

La intervención de Esnaola

Justamente 10 años después, en marzo de 1987, fallecido ya Guerrero Burgos y siendo presidente del club Adrián Piera, que a la vez capitaneaba el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, fue Fraga el que se marchó del club. Esta vez, las iras las provocó un almuerzo coloquio con el dirigente de Herri Batasuna Iñaki Esnaola. Antes se había ido, con el mismo pretexto, el presidente de la patronal, José María Cuevas, y el entonces ministro del Interior, José Barrionuevo, tambien acosó a Piera. En el revuelo que durante esos días se organizó fue el ex ministro de los sindicatos verticales José Solís uno de los directivos del club que defendió con mayor firmeza la libertad de la intervención de Esnaola y la libertad del club para invitarle y para prestar su foro a distintas opiniones aunque no se compartiesen.También ha tenido el club repercusiones en el mundo de la información: Emilio Romero vio suspendida su colaboración diaria en el diario Ya por intentar glosar una conferencia que el entonces director de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, había pronunciado en el club.

En octubre de 1987, Adrian Piera arrojó la toalla y dimitió del cargo. Un joven economista y ex ministro de la Unión de Centro Democrático, Luis Gámir, fue elegido para sucederle por 526 votos a favor y uno en blanco, y él glosará hoy, en presencia de la reina Sofía, los 20 años de existencia del club.

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Gámir declaró ayer a este periódico que el objetivo de la institución es convertirla "en el Club español de Europa y que las personalidades europeas de prestigio que vengan a España pasen por el Club". El presidente agregó entre sus planes la intención de "salir fuera de Madrid, a las autonomías y a Europa", la de "impulsar el debate interno, por ejemplo a través de las conferencias-debate" y la de "mantener la participación de personalidades de fuera del mundo político".

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