Las opciones 'verdes' casi triplicaron el 15 de junio los votos obtenidos en 1987
Los grupos integrados en la Lista Verde, que obtuvo 163.000 votos en las pasadas elecciones europeas, preparan su estrategia ante un proceso de unidad que esperan sirva de tirón definitivo en próximas elecciones. Como telón de fondo, el auge de los ecologistas europeos y una evidencia: si las cuatro opciones verdes del 15 de junio se hubieran presentado unidas, los 440.000 votos que les dieron los electores -un 170% más que en 1987- se hubieran traducido como mínimo en un escaño, caso de otras cinco candidaturas que no llegaron a los 300.000 sufragios.
En un principio eran los ecologistas, grupos curtidos en mil batallas que, ante un mapa europeo cada vez más verde, acabaron rompiendo con su escepticismo político inicial y comenzaron a presentarse a las elecciones. Dos de las cuatro opciones presentes en los últimos comicios europeos pertenecen a esta estirpe: la coalición Lista Verde (LV), que incluye cuatro formaciones y obtuvo 163.703 votos, y la Alter nativa Verda-Moviment Ecologista de Catalunya (AV-MEC), con 47.548. La suma de estos votos con los del partido Vértice Español Relvindicativo del Desarrollo Ecológico (VERDE, 58.626) y Los Verdes Ecologistas (LVE, 161.486) da 441.363 sufragios, 2,6 veces los votos verdes de 1987. Cinco grupos con menos de 300.000 votos han conseguido un escaño en Estrasburgo el 154. Este resultado ha acelerado los procesos de unidad iniciados. Lista Verde planeaba refundirse para dar lugar a una nueva organización en la primavera de 1990. Ahora ese objetivo puede adelantarse al otoño. Uno de sus cuatro componentes es el partido de Los Verdes, único miembro de pleno derecho de Coordinación de los Verdes Europeos, que sólo admite, de momento, grupos estatales. Si se llega a la unidad, Los Verdes cederán su representación en Bruselas al partido resultante.En Lista Verde están también los Verdes Alternativos de Madrid, Alternativa Ecolóxica de Galicia y Partido Ecologista de Euskadi, que fueron unidos con los catalanes de AV-MEC en 1987 en la Confederación de los Verdes. El pasado 15 de junio, y tras unas negociaciones fallidas, AV se descolgó, al no aceptar ser representada internacionalmente por un grupo estatal.
Autocrítica
Si el nuevo partido tiene una estructura confederal, el reencuentro será más fácil. "Estamos condenados a entendernos con Alternativa Verda", opina Jesús González, de Los Verdes, para quien la lejanía actual se debe a que en AV predomina "el sector más doctrinal". Más autocrítico es su compañero de coalición Rafael Guardo, de los Verdes Alternativos madrileños, para quien la negociación con AV fue rígida en sus comienzos, y cuan do se flexibilizó los catalanes ya se habían ido. "Si el proceso es abierto, mesurado y tranquilo, incluirá a AV. Sin ellos no será completo", señala. Para Jaume Rodriguez, de AV, no es posible un acuerdo es table con sus antiguos compañe ros, aunque sí pactos electorales: "No nos entendemos ecologistas más que en la eco-nación", afir ma, "y nos interesa más el traba jo en municipios, donde ya podemos tener concejales". Rodríguez considera que su grupo, na cionalista, "no es de izquierdas, y menos de derechas".ron incluirnos en la LV dos días antes de la campaña", acusa. Herrera dice que a su grupo le atacan porque tiene éxito, y niega todo vínculo actual de LVE con la secta. "Estos ataques me recuerdan la Edad Media, la edad del Renacimiento", dice, haciendo una curiosa mezcla histórica. Según Herrera, LVE tiene unos 1.500 "militantes de hierro" y muchos más simpatizantes.La cuarta opción es el partido VERDE, con el que este diario intentó sin éxito ponerse en contacto. Para los históricos, VERDE, procedente de una escisión de Alianza Popular, es un grupúsculo advenedizo y casi de ultraderecha. "Están en contra del aborto y a favor de los toros y las nucleares", dice lacónico Jaume Rodriguez: "¿cómo van a ser ecologistas?".
