El 'cinturón rojo' salva la primacía regional del PSOE

El cinturón rojo de la periferia no acaba de perder el color y la derecha sigue avanzando a paso lento -no podía ser de otra forma- por la saturada carretera de La Coruña. Mientras tanto, el CDS da marcha atrás e Izquierda Unida se escapa por el carril-bus. Ésta es la breve historia de electoral de la Comunidad de Madrid en sus seis años de existencia.

El voto fiel del área metropolitana ha servido de paracaídas a los socialistas, pero no les ha podido evitar unos discretos resultados en la región en las recientes elecciones europeas (cuatro puntos por detrás de la media nacional del partido).

Desde las legislativas de 1982, el PSOE ha dejado volar a la mitad de su electorado en la región. Lejos quedan aquellos 1.439.137 votos madrileños de hace siete años; los últimos datos hablan de 748.842 votantes dispuestos a apoyar a los socialistas en Europa.

Los pueblos de los 'yuppies'

El Partido Popular no cuaja en las ciudades dormitorio; lo suyo son los pueblos de los yuppies. Pozuelo, Majadahonda y Las Rozas -ésta última con alcalde socialista- parecen feudos inevitables de la derecha. Y eso que Ruiz-Mateos se ha llevado un pellizco de miles de votos que le sitúan en tercer lugar en la carrera de Madrid a la sierra.

A pesar de subir en porcentaje, la pérdida de voto del PP ronda el 20,1% en comparación con las elecciones europeas de 1987 (de 739.403 a 591.972 votos). También caen en manos de los populares localidades menores como Boadilla, Brunete y Hoyo del Manzanares.

La caída regional de los populares se deja sentir sobre todo en el cinturón rojo. Un caso excepcional es Coslada, una localidad con alcalde de IU, donde supera los resultados obtenidos en las elecciones europeas de 1987.

El motor regional del Centro Democrático y Social se ha calado. Las recientes elecciones europeas le relegan al cuarto o quinto lugar en un buen número de municipios. En dos años ha perdido cerca de la mitad de su electorado y se queda muy lejos de los resultados obtenidos en las municipales.

La abstención (el 41,5% de los votantes) se ha convertido en enemigo número uno de los partidos y es la principal responsable de los acusados descensos. IU ha sido el único de los cuatro principales partidos que ha ganado electores desde 1987.

Aunque los 178.609 votos de IU no alcanzan la cota histórica de los 200.000 votantes que apoyaron al PCE en las autonómicas de 1983, los resultados de la coalición son prometedores: en dos años ha recuperado el 30,6% de su electorado.

IU araña miles de votos al PSOE en casi todas las localidades del cinturón rojo. Su ascenso es espectacular en municipios como Fuenlabrada y Colmenar Viejo, donde duplica con creces los votos obtenidos en las europeas de 1987. Izquierda Unida gana también votantes en municipios de derechas, como Pozuelo y Las Rozas.

La coalición baja, sin embargo, en los cuatro pueblos del área metropolitana que tienen alcalde de Izquierda Unida: Coslada, Arganda del Rey, San Fernando de Henares y Pinto, donde el PSOE se convierte en la fuerza más votada en las europeas.