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Dos mercenarios de los GAL declaran que recibieron apoyo logístico de la policía francesa

La policía francesa apoyó logísticamente a los pistoleros de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) para que pudieran actuar impunemente contra los refugiados de ETA en febrero de 1986. Esta afirmación la efectuaron los mercenarios Rogelio Fernando Carvalho da Silva y Antonio Jorge Ferreira Cisneiros ante el Tribunal de Máxima Seguridad de Monsanto, que reanudó ayer el juicio contra la trama portuguesa de los GAL. Carvalho da Silva y Ferreira Cisneiros fueron los autores materiales de los atentados perpetrados contra los bares Consolation y Batzoki, en febrero de 1986.

Los dos pistoleros aseguraron ayer ante el tribunal que fueron contratados por la policía española con el único objetivo de secuestrar a dos militantes de ETA refugiados en el sur de Francia.En esta operación, siempre según versión de los dos acusados, colaboró logísticamente la policía francesa, que al parecer se comprometió a no acudir al lugar de los hechos hasta pasados 15 minutos del trabajo para que los mercenarios pudieran huir. El bar Consolation, en Bayona, se encuentra a unos 300 metros de una comisaría de policía.

Pero, además, los dos mercenarios aseguraron que un miembro de las fuerzas policiales de Bayona, un tal Louis, les identificó a los militantes de ETA que debían secuestrar.

Carvalho y Cisneiros continuaron asegurando que se vieron obligados a disparar en defensa propia, respondiendo de esta manera a uno de los acompañantes de los refugiados que se encontraba en el bar de Bayona y que sacó un arma de su bolsillo. "Nuestra intención no era la de matar, como lo prueba que las seis personas heridas recibieron impactos de bala en la parte inferior del tórax", declaró uno de los acusados.

Posteriormente los acusados huyeron a España y, según su testimonio, telefonearon desde allí a los centros sanitarios de la localidad de Bayona para interesarse por el estado de salud de las víctimas.

Con esta versión, radicalmente diferente a la mantenida durante la instrucción del sumario, los dos mercenarios de los GAL intentan plantear su exculpación basada en la legítima defensa.

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Este planteamiento coincide con el mantenido por otros abogados defensores de supuestos miembros de los GAL como, por ejemplo, el del francés Christian Hittier, detenido en Francia y pendiente de juicio. Este supuesto miembro de los GAL está siendo defendido por uno de los responsables y fundadores de la Asociación Legítima Defensa.

Coherentemente con este planteamiento, los dos mercenarios desmintieron ayer haber participado en un segundo atentado perpetrado cinco días después en el bar Consolation, en San Juan de Luz.

En este establecimiento público, los pistoleros de los GAL dispararon "a matar", apuntando a la cabeza de Juan Basáñez Jáuregui, al que alcanzaron en el tórax, hígado y estómago. Basáñez logró, sin embargo, salvar la vida.

El juicio contra los cinco miembros de los GAL acusados de la autoría material y moral de los atentados se reanudó ayer por la tarde con la declaración de los testigos.

No compareció a la vista el ex jefe del Estado Mayor del Ejército portugués general Lemos Ferreira, quien debía aclarar diferentes aspectos de los vínculos establecidos entre los servicios de inteligencia del Ejército (DINFO) y los Grupos Antiterroristas de Liberación.

Servicios secretos

Lemos Ferreira no fue a declarar porque el abogado Jose Gracio Riveiro, defensor de Mario Correia y que promovió la cartas que exculpaban a José Amedo, ha renunciado a interrogar a este testigo. Esta incomparecencia se ha producido horas después de que Lemos Ferreira se entrevistara con el presidente de la república portuguesa, Mario Soares, para tratar asuntos personales, según informaba ayer el rotativo O Seculo.La declaración de Lemos Ferreira había sido requerida por el propio tribunal y se consideraba capital para conocer con exactitud los vínculos de los GAL con la DINFO. Posteriormente, comparecieron ante el tribunal otros dos militares, el comandante Serradas Duarte y el teniente coronel Fernando Ramos. Ambos se acogieron al secreto de Estado para no hacer ninguna declaración.

Estos dos últimos militares fueron Ios superiores directos del ex confidente y miembro de los GAL Mario Correia da Cunha, que actuó como reclutador de mercenarios, sirviendo. de enlace entre Jean Philippe Labade y el policía español José Amedo Fouce.

El tribunal suspendió el juicio en la tarde de ayer y acordé reanudarlo el próximo 6 de julio.

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