GENTE
Rivero Coleto,
un niño de cuatro años, alumno de párvulos del colegio Ramón y Cajal de Puertollano (Ciudad Real), dio un susto morrocotudo a sus padres al sustraerles 500.000 pesetas que repartió entre sus compañeros "para comprar caramelos y gusanitos". Los profesores se quedaron perplejos cuando vieron que todos los niños de la clase eran portadores de varios billetes, hasta que supieron que el pequeño Rivero, por su cuenta, había decidido socializar el dinero de sus padres.
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