Neil Kinnock:"Estamos en el buen camino"

Neil Kinnock vive estos días las jornadas más venturosas desde que, en 1983, accediera al liderazgo del Partido Laborista británico. Tras recurrir al pragmatismo para actualizar la oferta política laborista de los años noventa y conseguir su aprobación por la cúpula del partido, ha sometido la revisión a la prueba de las elecciones europeas y ha logrado un visto bueno mucho más firme de lo que él mismo esperaba. "Estamos en el buen camino", declaró la víspera electoral a un grupo de corresponsales europeos en Londres, ante los que mostró sus tics anticomunitarios.

Kinnock, de 47 años, no va a sacrificar nada británico por la idea de Europa. En los mítines de los socialistas alemanes occidentales y belgas a los que asistió, no se le han pedido explicaciones y se le ha visto simplemente adornado con el aura de quien ha infligido la primera derrota a una Margaret Thatcher que parecía imbatible y que tiene por meta acabar con el socialismo. Thatcher y Kinnock son dos polos a los que une cierta desconfianza ante Europa. El líder laborista dijo:Sistema Monetario Europeo. "Ambos creemos que si nos sumamos ha de ser sin que nos perjudique y, a ser posible, para que nos beneficie, porque el futuro de nuestra divisa es fundamental para nuestra economía. A partir de ahí la actitud es diferente. Ella [la primera ministra] habla de 'cuando sea el momento oportuno'. Lo que podía haber hecho durante los dos últimos años es conseguir que el momento fuera el oportuno y lograr acuerdos de intercambio, apoyo bancario, el compromiso de la Comunidad Europea para una estrategia de crecimiento y un precio competitivo de entrada. Si conseguimos esa condiciones de integración, no hay razones para no estar en el mecanismo".

"Vamos a participar"

Europeísmo. "Me oponía al Mercado Común y voté no en el referéndum de integración. No fue un error. Cambiamos porque tiempos y realidades cambian. Considerando dónde estábamos y la estructura y objetivos del Mercado Común, pensaba que iba contra nuestros intereses, y creo que puedo probar que así ha sido. Pero hemos estado dentro durante casi 20 años, nuestra economía está totalmente integrada, la Comunidad ha cambiado, es más grande..., sería una locura pretender que existe una posibilidad de salirse o aparentar que queremos salir. Así que estamos dentro y vamos a participar".

Unión política y monetaria. "No creo que yo la vea. Puede que haya una futura generación de europeos, quizá mis nietos, que considere que hay tal identidad en el seno de una comunidad europea de los 22 países que, junto a los Gobiernos de cada uno de ellos, sea útil la existencia de un Gobierno europeo. Los cambios constitucionales sólo funcionan si reflejan realidades económicas y sociales. La unión monetaria iría ahora, y en el futuro previble, contra los intereses del Reino Unido".

Trascendencia de su victoria. "Todas las elecciones son ensayos. Acudimos a éstas con la nueva oferta política. Hay una fuerte indicación de hacia dónde se mueve la política británica. La parte negativa es un rechazo de 10 años de thatcherismo, y lo positivo, el reconocimiento de que la gente ve el Partido Laborista otra vez en posición de disputar el poder".

Modernización del partido.

"Tras la gran victoria de después de la II Guerra Mundial vino un período de gran estabilidad política. Eso desanimó al laborismo a realizar adaptaciones. Se perdió la tradición de promocionar ideas. Las políticas van y vienen. Vamos a aplicar nuestro sentido común y nuestra idea de eficacia al sistema capitalista existente, porque nadie nos va a dar otro. No debe extrañarnos de que la adaptación a los nuevos tiempos lleve tiempo. Lo que me maravilla es que hayamos llegado aquí en sólo seis años. No hemos terminado aún, pero estamos en el buen camino".

Margaret Thatcher.

"La primera ministra dice que la Carta Social de los trabajadores es socialista. Nadie cuya visión del mundo sea tan estrecha como para calificar de marxista una modesta propuesta de participación de los trabajadores en la gestión empresarial debería tratar con gentes tan intelectualmente capaces y con visión como Gorbachov, Mitterrand y Gandhi".