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Vía muerta

La línea Baeza-Utiel, construida en 1926, será enajenada sin que nunca la haya recorrido un tren

La hierba y las amapolas crecen a sus anchas entre los raíles de las vías de la línea Baeza-Utiel. El gasóleo no ha podido dejar sus restos negros, y los carriles todavía tienen el brillo de lo nuevo. Estaciones donde nadie se apea. Andenes solitarios en los que nadie espera el próximo tren. Ningún viajero ha recorrido este trayecto desde que, en el año 1926, durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, comenzaran las obras de lo que pretendía ser la línea ferroviaria que uniera la Comunidad Valenciana con Andalucía por el interior.

Sesenta años después, con la infraestructura terminada prácticamente en su totalidad, el Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones ha decidido su enajenación. En conjunto, la obra costó cerca de 1.500 millones de pesetas de las de los años treinta, y están construidos 107 túneles, con una extensión de 29 kilómetros, y 25 viaductos a lo largo de más de 300 kilómetros. Las estaciones sirven para albergar familias con pocos medios económicos, y los túneles resultan rentables para el cultivo del champiñón.Francisco Heras, de 52 años de edad, el último guardabarrera de esta línea que nunca ha sido recorrida por el ferrocarril, vive en la localidad de Los Chospes (Albacete). Heras, Paco el vigilante para sus vecinos, inspecciona el tramo de Balazote a Alcaraz, en la provincia de Albacete, cada 15 días. "En vista de que el tren no iba a funcionar, muchos vecinos de la zona me solicitaron los túneles para cultivar champiñones, pero hasta el momento no hemos recibido contestación de Madrid", comenta.

Aunque en esta parte del trazado de la línea el ministerio no ha facilitado permisos para el cultivo del champiñón, sí que ha autorizado a dos familias a vivir en una de las estaciones. Elvira Lorenzo, de 37 años de edad, nació en la estación de Balazote. Hace cinco años que se casó con Fernando Rubio y su residencia sigue siendo la misma. "Es una casa estupenda. Nosotros procuramos mantenerla y el ministerio nos permite vivir aquí". En el piso superior vive también Angelina Leal, de 67 años.

El ministerio sí que ha cedido la explotación de los túneles en el tramo de Albacete-Utiel. Muchos vecinos de Villamalea, los Carcales o la Venta del Moro rentabilizan estas cuevas artificiales a base de cultivar champiñones.

Juan Castro, de 74 años años de edad, alcalde de la localidad de Alcaraz de 1979 a 1986, asegura que la esperanza del ferrocarril hundió la vida de la comarca. "Cuando comenzó la construcción y el explanamiento para instalar las vías mucha gente que hasta el momento vivía del campo se fue a trabajar en el tren. Cuando la gente se dio cuenta de que el proyecto no continuaba, no pudo volver a sus trabajos habituales y tuvo que emigrar", explica.

Modesto Marín, de 72 años, trabajó para la empresa Ferrocarriles de Construcción ABC (Angel Bau Caso) desde el año 1932 hasta que, al principio de la guerra civil, lo destinaron a Murcia. "Los del ferrocarril te pagaban entonces un buen salario. Muchos jóvenes dejamos la agricultura, pero luego una empresa de camiones de gran tonelaje forzó al Gobierno para que no se pusiera en marcha la línea y tuvimos que abandonar el trabajo", comenta.

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La enajenación de las instalaciones de la línea férrea BaezaUtiel se acordó en el Consejo de Ministros del día 20 de julio de 1988, después de varias paralizaciones y de un informe del Banco Mundial.

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