La derecha regional no obtiene escaño

Una gran normalidad, salpicada de escasas anécdotas, presidió la jornada electoral de ayer en el País Valenciano. El 61,5% de los 2.807.673 electores de esta comunidad autónoma participó en la votación, según la información facilitada a las 21.30 por la Delegación del Gobierno. La participación fue superior a la media en las ciudades industriales y resultó baja en las localidades turísticas del litoral. El sondeo de Demoscopia no concedía escaño a la Federación de Partidos Regionalistas, cuya lista encabezaba un miembro de Unión Valenciana.

Los datos facilitados por la Delegación del Gobierno, correspondientes a la hora del cierre de los colegios, arrojaban un índice de participación del 61,5% en el País Valenciano, muy superior, por lo tanto, a la media nacional (54,3%). Por provincias, frente al 63,8% de Valencia, Castellón dio un índice del 61,8%, mientras que en Alicante, con un 58,6%, se aproximaba más a la media del Estado. Los índices más altos se registraron en las localidades castellonenses de La Vall d'Uixó y Vila-real, con un 67%. El alto índice de participación registrado en el País Valenciano fue explicado por Lerma por "la comprensión que aquí existe hacia los temas europeos".A la hora de elaborar esta información, cuando el sondeo de Demoscopia indicaba que la candidatura de la Federación de Partidos Regionalistas (FPR), encabezada por Héctor Villalba, de Unión Valenciana (UV), no obtendría representación, en la sede de este partido ya no se encontraba ninguno de los dirigentes, que habían acudido a una discoteca. Por otra parte, el candidato número 27 del PSOE, el valenciano Javier Sanz, cuyo escaño, según los sondeos, se encontraba dudoso, no pudo ser localizado por este periódico.

En la sede del PSOE se palpaba, por una parte, satisfacción por los resultados obtenidos por los socialistas y, por otra, preocupación por las previsiones que daban tres escaños a Ruiz-Mateos. El candidato socialista Josep Pons puso de manifiesto la gran diferencia de votos con respecto a la derecha, así como el Fracaso de la política de pactos del CDS, y mostró su satisfacción por el hecho de que UV, en el caso de que se confirmaran los sondeos, "es un grupo a extin-

guir". Sobre IU, Pons señaló que no ha tenido un aumento tan espectacular y que éste no es el resultado del 14-D. Finalmente, Pons se manifestó especialmente preocupado por la posibilidad de que el valenciano Javier Sanz no revalidara su escaño.

En Izquierda Unida era patente la satisfacción por la previsible elección de la número 4, la valenciana Maite Domingo.

La provincia de Alicante registró una menor afluencia a los colegios electorales que Castellón y Valencia. En general, las ciudades de más de 20.000 habitantes registraron índices superiores de votación. Es el caso de Alcoy, Ontinyent, Elche, Elda, Vall d'Uixó o Borriana, y de las tres capitales de provincia. Sin embargo, ciudades turísticas del litoral, como Benidorm o Denia, arrojaban los datos más bajos.

Todos los candidatos valencianos acudieron muy pronto a los colegios electorales. Josep Pons, del partido socialista, votó a las 11 de la mañana en Valencia. La alcaldesa socialista de esta ciudad, Clementina Ródenas, fue más madrugadora.El candidato independiente en las listas del Partido Popular, Leopoldo Ortiz, también votó en Valencia a primera hora, del mismo modo que la número cuatro de la candidatura de Izquierda Unida, Maite Domingo, y el número tres de Izquierda de los Pueblos-Unitat del Poble Valenciá (IU-UPV), Vicent Ventura.

Silicona en los colegios

La práctica ausencia de incidentes de consideración caracterizó la jornada. El retraso en la constitución de algunas mesas y las denuncias por la falta de algunas papeletas fueron contratiempos rápidamente subsanados. Tres colegios electorales de Vinarós y uno de Castellón aparecieron con las puertas bloqueadas por silicona, pero pudieron constituirse las mesas tras desbloquear los accesos. En Valencia, el presidente de una mesa ubicada en la Escuela de Tauromaquia prohibió a un fotógrafo de EL PAÍS que tomara imágenes de la votación.

Por otra parte, varias decenas de jóvenes hicieron una parodia de las elecciones en la plaza de la Virgen de Valencia. Los jóvenes, pertenecientes al denominado Konsejo de tribus, que coordina diversos grupos radicales de algunos barrios de la ciudad, introdujeron papeletas con los nombres de personajes que consideran odiosos en la taza de un retrete.