"Estoy loca de alegría"

, Arantxa Sánchez Vicario vivió como la adolescente que es la alegría de la victoria. "Es el día más feliz de mi vida", dijo a la televisión francesa, todavía con las lágrimas cayéndole por su rostro. "Estoy loca de alegría". Y lo estaba. Soltó una frase entre lágrimas, nada más acabar el partido, y la repitió hasta la extenuación: "Es un sueño. He ganado Roland Garros, el torneo más importante para mí, y ante la número uno del mundo. He jugado muy bien. Y yo sabía que si Chang había derrotado a Lendl, yo podía hacer lo mismo con Graf".

Arantxa no sabía donde estaba cuando recogió el trofeo, que casi no podía sostener. "Doy las gracias a mis padres, a mi entrenador, a mi hermano, a todo el público de París, os quiero mucho a todos", dijo por un micrófono ambiental, mientras Steffi Graf la miraba con un gesto entristecido. Y añadió tres veces: "Thank you very much", con una voz ronca, emocionada.

"Empecé a darme cuenta de que podía ganar el partido después del primer set, dijo después Arantxa, ya más tranquila. "Es un sueño. Y lo he conseguido porque siempre he pensado positivo". Emilio, a su lado, reconoció que no hubiese apostado por Arantxa antes del partido: "Tenía una sensación interior de que podía ganar. Pero todo dependía del inicio del partido. Esa fue la clave del encuentro, porque Arantxa comenzó muy bien. Estaba tan segura de sí misma, tan preparada a sufrir en la pista, que, cuando ví el comienzo apretado, sí que hubiera apostado por ella". Emilio le dio a Arantxa, antes de comenzar el partido, la muñequera con los colores de la bandera española. "Ojalá te de suerte", le dijo.

Elogios de Steffi Graf

Steffi Graf elogió a la pequeña de los Sánchez Vicario: "Ha jugado un gran partido, y no me ha dejado nunca coger mi ritmo. Siempre es mejor perder contra alguien que, como ella, es tan simpática". Steffi, sin embargo, dijo que no estaba contenta de su juego: "No he tenido una semana demasiado buena. Comí algo que me sentó mal, y he perdido tres kilos en los últimos días". Alguien le preguntó por su marcha precipitada antes del último juego: "Me fuí al lavabo porque tenía calambres, y, además, tenía el período. Sé la sensación que estará viviendo ahora Arantxa, porque yo sentí lo mismo cuando gané mi primer Roland Garros. También perdía por 3-5 en el último set ante Navratilova, y le dí la vuelta al resultado".

"He ganado a la número uno", dijo Arantxa, "y creo que me lo merezco. He luchado tres horas por conseguir el sueño de mi vida, y lo voy a celebrar a lo grande". "Ahora estoy entre las 10 mejores del mundo, y voy a seguir trabajando mucho para estar entre las tres mejores y muchos años. Todavía me falta mejorar muchas cosas. No tengo prisa por ser la número uno".

"Lo más importante ha sido mi mentalidad. He salido al 100% positiva, dispuesta a luchar por todo". Y Emilio añadió: "Arantxa es muy joven, y vamos a tener una campeona durante muchos años".