La ADO 92 aplaza una semana la expulsión del voleibol

La Asociación de Deportes Olímpicos Barcelona 1992 (ADO 92) ha aplazado una semana la expulsión del voleibol masculino del plan de 1989, a petición de¡ presidente de este deporte, Miguel Ángel Quintana. Éste intenta solucionar el plante de los jugadores más acreditados, que reivindican mejores condiciones económicas, y sin los cuales no existiría un mínimo nivel para la inclusión en el proyecto. La selección española, sin su presencia, sólo ha ganado un partido en el último Preeuropeo de la República Federal de Alemania y no ha logrado clasificarse para el Campeonato de Europa.La agonía del voleibol continúa, aunque en este caso sólo en la parcela masculina, pues la femenina, que también estaba latente, ya se ha solucionado. Las jugadoras están conformes con las condiciones del contrato con la ADO. Sus diferencias no eran tanto económicas como de planificación, al no estar clara, por ejemplo, su dedicación exclusiva o tener seis de ellas aún pendientes los exámenes de COU. Una vez clarificado todo, comenzarán su concentración el próximo día 25.

La negociación masculina es mucho más complicada, siempre en torno al problema económico, agravado por la falta de un patrocinador para este deporte. Su aportación sería, a falta de otros medios, la única solución.

Los ocho jugadores que se han plantado exigen una mayor compensación económica, superior a las becas estipuladas por la ADO. Ésta, se niega a subirlas, pues el voleibol español no ha conseguido títulos ni éxitos suficientes.

Los clubes, implicados

La negociación que debe llevar a cabo el presidente de la Federación Española, Miguel Ángel Quintana, sobrepasa también a los jugadores, pues el problema está ligado a los clubes. Éstos quieren que la federación o la ADO, durante el tiempo de su concentración, se haga cargo también del dinero que ellos pagan y ahorrárselo. Pero la federación sólo podría tener más ingresos, realmente, encontrando una marca publicitaria, pues ya tiene destinados los apartados económicos para los técnicos y las concentraciones o los desplazamientos.La solución para 1989 parece difícil y se trata de englobar hasta 1992, hacia donde va encaminado todo el proyecto técnico. Incluso el nuevo fracaso de no clasificarse para el Europeo afecta sólo por la falta de los contactos a alto nivel que supondrá. Sigue en marcha el plan general de 250 partidos hasta la cita olímpica de Barcelona, con 1.000 o 1.100 días de concentración. La cuestión es con qué jugadores. El badminton, por ejemplo, al no tener calidad suficiente, no ha sido admitido en 1989. El voleibol puede seguir el mismo camino.