Telefónica cerrará en julio contratos por 200.000 millones de pesetas con Alcatel, Ericsson y AT&T
Alcatel-Standard Eléctrica, Intelsa-LM Ericsson y la recién llegada AT&T Network Systems, sumistradores de equipos de telecomunicación de Telefónica, acordarán durante el próximo mes de junio el contenido concreto de los pedidos de la empresa semipública, sometida a una política de inversión intensiva para poner al día sus servicios. El importe real de los contratos, que cerrará Telefónica a principios de julio, alcanza los 610.000 millones de pesetas, de los que más de 200.000 millones corresponden al corazón del negocio de las telecomunicaciones: conmutación, transmisión, fuerza y radio.
Aunque en palabras de un directivo de Telefónica "habrá para todos", Alcatel, Ericsson y AT&T -los competidores en el negocio de las grandes centrales telefónicas- juegan una partida estratégica a medio plazo para conservar o incrementar su cuota en el mercado español.Telefónica ha avanzado ya a las compañías suministradoras sus necesidades globales de equipos para 1990. El laborioso proceso para perfilar la demanda concreta se realiza a través de una ronda de análisis, obra a obra y en plazos determinados, de la demanda entre la empresa y las compañías proveedoras.
Telefónica prevé un volumen de pedidos de alrededor de 2,8 millones de líneas equivalentes. A ésta cifra han de añadirse las entregas no cubiertas de 1989, estimadas en tomo a unas 300.000 líneas equivalentes, que ya han sido pagadas en su mayor parte por Telefónica. "Una previsión realista nos llevaría a instalar alrededor de tres millones de líneas en 1990", señalaba un directivo de la compañía.
Las administraciones telefónicas y los grandes grupos del sector guardan una relación comercial sui géneris, con altos grados de dependencia y en el que el margen de libertad, tanto del que compra como del que vende, es muy reducido., a juicio de los analistas.
La mecánica diseñada por la Compañía Telefónica para cubrir sus necesidades vendrá determinada también por el grado de cumplimiento de los compromisos adquiridos por cada uno de los proveedores -a mayo de 1989- sobre el programa de entrega de todo el año.
Grados de cumplimiento
Un directivo de Telefónica afirmaba recientemente que " en 1988 y 19891 los suministradores han ido al tope de sus capacidades" con grados de cumplimiento que calificó como "malos". En el mismo sentido, aunque más explícito, se manifestaba un responsable técnico de la sociedad: "[La industria suministradora] está cumpliendo correctamente todo lo que atañe a nuevos pedidos, pero va muy por debajo de los compromisos en lo que constituye su obligación de siempre, la cobertura de ampliaciones, la instalación de centrales secundarias, y otros mercados cautivos". Por su parte, un responsable de Alcatel manifestaba haber atendido los pedidos de Telefónica en .más de un 95%"."Procuraremos abrir los mercados allí donde el suminsitrador no cumpla", puntualizaba recientemente uno de los directivos de Telefónica tras la entrada de Cándido Velázquez a la presidencia de la compañía. Velázquez ha ratiricado su prioridad respecto a la mejora de los servicios dentro de la estrategia de Telefónica.
Telefónica ha declinado, sin embargo, cuantificar el reparto de su demanda entre Alcatel Ericsson y AT&T, que finalizará en diciembre el proceso de adaptación de su central, ESS5, a las normas españolas en un proceso que hasta la fecha s ha cumplido sin retrasos "Existen aún muchas cuotas de mercado abiertas, y hemos de sentamos con la industria para definir los pedidos, en función de diferentes factores"; entre ellos el grado de cumplimiento de sus compromisos y su capacidad real para acometer el pro grama, según Telefónica. "Casi con seguridad, cada uno de ellos recibirá más contratos que los cursados el año pasado".
En un tono no oficial, un técnico de la compañía estimaba en las cuotas de pedidos en un 55% para Alcatel- Standard, un 40% para Intelsa-Ericsson, ambos con una variación posible del 5% en más o en menos. ATT, que ha de tener cerrado el proceso de adaptación de sus equipos a la red española en diciembre, se haría con una cuota de entre el 5% y el 10%, según la misma fuente.
"Si se confirman los rumores [sobre la entrada de AT&T, en el mercado español], tendríamos que reestructurar. La razón es sencilla, si el pastel se reparte entre tres y no entre dos, las raciones son más pequeñas", declaraba a finales del año pasado Miguel Canalejo, presidente de Alcatel-Standard Eléctrica a la revista Actualidad Electrónica. Lejos de ser una boutade, la afirmación da idea de lo que supone en la estrategia de las compañías tener que compartir un mercado tradicional, en una industria sometida ahora a una competencia feroz.
AT&T ha reestructurado recientemente su cabeza de puente europea, en la que participan Philips NV e Italtel, con un 15% en cada caso. La multinacional ha ofrecido la toma de una participación similar a Amper SA, de la órbita de Telefónica, en caso de finalizar con éxito el proceso de adaptación de sus equipos. Telefónica posee además el 21% de Alcatel-Standard Eléctrica, y vendió su participación en Intelsa a la casa matriz sueca, LM Ericsson, dentro de la errática estrategia de holding circulante diseñada por Luis Solana. De acuerdo con lo previsto, la empresa invertirá casi 2,5 billones de pesetas hasta 1992, con desembolsos de 590.000 millones en 1989 y 610.000 millones el año que viene.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.