Un paisano de Manuel Fraga
Rosendo Naseiro, nacido en Villalba, el pueblo natal de Manuel Fraga, reside en Madrid desde hace muchos años y en su villa natal apenas se tienen datos de sus actividades políticas y profesionales, informa Xosé Hermida.Según fuentes próximas al PP de Villalba, Naseiro no suele visitar la localidad, en la que residen numerosos familiares suyos, ni tampoco ha sido visto en compañía de Fraga, con el que mantiene una larga y estrecha amistad. Estas mismas fuentes admitieron que en la localidad se acogió con sorpresa su nombramiento como secretario de finanzas del PP en el congreso de refundación aliancista. Este nombramiento fue una decisión personal de Fraga, según medios del PP de Galicia.
El libro De Fraga a Fraga, de Carlos Dávila y Luis Herrero, cuenta los orígenes de Rosendo Naseiro, hijo, como Fraga, de emigrantes y compañero de juegos infantiles del presidente del PP. Cuando Fraga era ministro de Información y Turismo, Naseiro se presentó en Villalba, se identificó y le pidió osadamente un empleo para su hermano. Don Manuel se lo concedió y le consiguió ayuda oficial para montar una compañía de transportes. Fijó su residencia en Alicante y allí fue responsable máximo de Alianza Popular.
Informe de cuentas
El libro de Dávila Y Herrero relata la primera etapa de Naseiro, de julio a noviembre de 1986, en la sede de AP, adonde fue llamado por Fraga para que hiciera un informe fiscalizador, tras las elecciones del 86, sobre las cuentas del partido, y el malestar que produjo su desembarco, concretamente en Ángel Sanchis. Naseiro llegó acompañado de un economista, un abogado y un contable y con plenos poderes de Fraga, quien repetía en las reuniones: "Que no se le regatee nada a nuestro amigo".Naseiro tomó medidas como reducir de 250 a 60 las líneas telefónicas directas y llegó a cortar él mismo el cable del teléfono del despacho de un ejecutivo, en su presencia. Asimismo, investigó y censuró las comisiones que percibían los personajes más directamente implicados en las campañas electorales y que le parecieron excesivas. El 2 de agosto de 1986 llevó personalmente su informe a Fraga, que entonces estaba veraneando en Perbes. Precisamente el folio donde Naseiro formulaba a Fraga estas consideraciones ha desaparecido, dicen los autores del libro, del bloque que ellos poseen.
El informe denunciaba que el presupuesto de AP para 1986 arrancaba con un déficit superior a los 400 millones "y viene a representar un 35% más de gastos que de ingresos". Además, daba cuenta de un caos contable general, "con grandes deficiencias de sistemática y de fondo".
Para reducir gastos, Naseiro proponía a Fraga un reajuste de plantilla y la regulación laboral de la misma; un "fuerte retoque" de los gastos de comidas, estancias, viajes y gastos de representación, con exclusión de los "altos mandos de AP". Naseiro observa en el texto que "increíblemente AP actúa como si la legislación fiscal y de índole laboral no le afectara".
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