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Las disputas por el botín de un atraco y por una pistola originan el asesinato de tres personas

La disputa por el producto de un atraco y la discusión por la posesión de una pistola de fogueo son los motivos del brutal asesinato de una mujer, de su hijo y de un hombre, cuyos cuerpos han sido hallados por la Guardia Civil el pasado fin de semana en sendos pozos del término municipal de Picassent (Valencia). Los presuntos autores de los crímenes, que hace poco habían ingresado en prisión acusados de delitos contra la propiedad, son dos jóvenes de 16 y 22 años.

El asesinato de la mujer, Josefa López Hidalgo, de 41 años, y de su hijo, Antonio Llorente López, de 15, fueron cometidos los pasados días 14 y 15 de mayo, según fuentes de la Guardia Civil, que han calificado el caso como "uno de los más fuertes que se han producido estos últimos años en Valencia". Los cadáveres han sido hallados en un pozo de la partida Terrabona de Bernat, en Picassent, con signos de haber sido brutalmente maltratados. Por otra parte, el cadáver de Francisco Laborda Ferrando, también de 41 años, fue hallado en un pozo de la partida de La Coma, en el mismo municipio.La investigación que ha conducido al hallazgo de los cuerpos sin vida de las tres personas se inició el pasado día 20, cuando la policía recibió el aviso de que cuatro niños permanecían abandonados en un piso del barrio obrero de La Fuensanta, en Valencia. En la casa, que presentaba unas condiciones de extremo abandono y suciedad, fueron encontrados una niña de ocho meses de edad y tres niños, de dos, 11 y 13 años. El padre y el hermano mayor de la familia cumplen condena en la prisión de Logroño, pero los niños explicaron que a su madre y un hermano de 15 años "se los habían llevado y los habían matado".

Las pesquisas de la Guardia Civil condujeron a sospechar de los dos presuntos autores, J. M. M. L., de 16 años, e I. M. B., de 22 años, que habían ingresado en prisión pocos días antes acusados de atraco. Los dos sospechosos, vecinos de Picassent y conocidos en ambientes de la delincuencia de la zona, propinaron una paliza al muchacho fallecido para descubrir qué había pasado con el producto de un atraco. En el transcurso de la paliza le fracturaron una pierna y posteriormente lo arrojaron, aún vivo, al pozo. Al día siguiente, repitieron la acción con la madre, que murió al fracturarse el cráneo cuando cayó al pozo, de 15 metros de profundidad.

Por otra parte, las investigaciones relacionaron a uno de los acusados con un hombre de 41 años, cuya desaparición había sido denunciada. Este hecho condujo a la localización del tercer cadáver, en otro pozo de Picassent. El motivo del asesinato de esta tercera persona fue la discusión sobre la propiedad de una pistola de fogueo. El cadáver presentaba señales de haber sido salvajemente apuñalado.

Submarinistas de la Guardia Civil, bomberos y policía local de Picassent colaboraron el sábado en el rescate de los cuerpos sin vida de las víctimas.

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