Las familias Pont y Elosúa inician una 'guerra' de ampliaciones de capital para dirimir sus diferencias

Las familias Pont y Elosúa han iniciado una guerra de ampliaciones de capital en las empresas que controlan, en un intento recíproco por desplazar al socio minoritario en cada una de las compañías en las que participan. La familia Pont, que mantiene un contencioso judicial con los máximos responsables de Aceites Elosúa, ha convocado para el día 22 junta general extraordinaria de accionistas de Industrias Pont, en la que se planteará una nueva ampliación de capital, así como la modificación de sus estatutos sociales.

Las divergencias entre la familia Pont -propietaria del 60% de Industrias Pont, en la que Aceites Españoles posee el otro 40%- y la familia Elosúa -que controla un 78% de esta última sociedad, quedando el restante 22%, en manos de los Pont- tienen su origen en los diferentes puntos de vista que desde hace algún tiempo mantienen respecto al modo en que debe gestionarse Carbonell, el principal activo en manos de Aceites Españoles.La tensión, sin embargo, emergió de forma pública después de que -tras un primer intento fallido en junio de 1988- el principal accionista de Aceites Españoles -la familia Elosúa, a través de Aceites Elosúa- procediera en octubrepasado a una ampliación de capital de 750 millones de pesetas. Este desdoble, que suponía pasar el capital de 1.500 millones de pesetas a 2.250, se: hacía en la proporción de una por dos, con una prima de emisión del 200%.

La reacción no se hizo esperar, e Industrias Pont -que contaba con el 22% de la empresa- presentó en un juzgado madrileño una demanda de impugnación, al considerar que la citada ampliación era "innecesaría e inoportuna", esgrimiendo además que la prima establecida no se ajustaba a la valoración real de la empresa y que la decisión que se había tomado constituía un acto de prepotencia y de falta de respeto hacia las minorías. Ante esta situación, Industrias Pont se negó a aportar los 330 millones de pesetas que le correspondían de acuerdo con su porcentaje, con lo que concluido el desdoble su participación quedaba reducida al 14,6%.

En enero, Industrias Pont -en la que los Elosúa, por medio de Aceites Españoles, tienen un 40%- replicó a sus socios con una ampliación de capital de 350 millones de pesetas a 1.500 millones, en la proporción de siete acciones nuevas por cada 23 antiguas. La pelota quedaba así en el tejado de los Elosúa, quienes a principios de mayo decidían una nueva ampliación a la par, con lo que el capital social de Aceites Españoles pasaba de 2.250 millones de pesetas a 4.500.

Tras conocer la decisión, los hermanos Pont -administradores solidarios de esta empresa que está integrada en el Grupo Borges- convocaron junta extraordinaria de accionistas para el 22 de mayo, con el único propósito de proponer una ampliación de capital, modificar el artículo 5 de los estatutos y suprimír el artículo 7, relativo a transmisión de acciones.

Carbonell, empresa adquirida al Banco Hispano Americano a mediados de 1985 por Aceites Españoles, está, por tanto, en el ojo de este huracán empresarial que amenaza con complicarse de no mediar una solución, que bien podría venir de la propia Administración. No hay que olvidar que el Banco de Crédito Agrícola, con un crédito blando de 4.500 millones de pesetas, hizo posible que pudiera cerrarse la compraventa y que las pretensiones del grupo francés Lessieur -que llegó a ofertar 4.400 millonesno llegaran a materializarse.