Cine en televisión
Uno, sufrido cinéfilo, comenzaba a acostumbrarse a las continuas agresiones que recibía de ese ente destrozapelículas llamado Televisión Española: formatos mutilados, doblajes execrables, desaparición de las bandas sonoras originales (para TVE, Wagner debe ser el más ilustre compositor cinematográfico de la historia), películas con los rollos cambiados, anuncios que interrumpen la acción del filme en un momento crucial, e incluso películas a las que les faltan escenas.Sí, uno comenzaba a acostumbrase a todo esto, pero tenía el consuelo de refugiarse en las películas en versión original con subtítulos de las madrugadas (aunque tampoco era ninguna garantía de integridad, como pudimos comprobar con ocasión del demencial pase de una copia mutilada de Recuerda). Ah, pero en esto llegó Luis Solana, intelectual exquisito y sensible, y decidió que lo de las películas subtituladas es cosa de cuatro cinéfilos esnobistas y que lo que hace falta en Televisión Española es más Falcon Crest y más culebrones. Imagino que el siguiente paso será suprimir las películas en blanco y negro y, por supuesto, el cine mudo, aberración máxima en estos tiempos de sonidos ultraperfectos. En fin, sólo me queda decir que el señor Solana tiene una empanada cultural de cuidado, y que si sigue suprimiendo cosas que a él no le gustan se va a quedar únicamente con la carta de ajuste.
Por otra parte, ¿alguien puede explicarme por qué Lirios rotos, de D. W. Griffith, se pasó en blanco y negro cuando los créditos decían bien claramente que era una copia coloreada, con los tintes de la época?-
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