Neil Kinnock logra que su partido abandone el desarme nuclear unilateral
Neil Kinnock consolidó anoche su liderazgo de la nueva política realista del laborismo británico con el triunfo personal del abandono del obsoleto unilateralismo nuclear. La ejecutiva nacional del partido respaldó sus tesis por una mayoría de 17 contra ocho.
La primera ministra, Margaret Thatcher, anticipándose a los acontecimientos, continuó su guerra contra el laborismo en una de las sesiones más agitadas de la Cámara de los Comunes. Según Thatcher, la revisión de la política de defensa laborista va a ser de "pura cosmética". Sugirió que Kinnock ha sacrificado los principios para buscar el poder; afirmó que la renacionalización de la compañía British Telecom era arrogante y condenó por falta de sentido una propuesta de desmantelamiento de centrales nucleares por razones de medio ambiente.Mientras tanto, la política laborista populista triunfaba, una vez que el comite de política interior de la ejecutiva hacía suyos el resto de los documentos remitidos para su examen. La piedra angular del debate fueron las propuestas de defensa y de desarme. Pero la parte culminante del discurso fue cuando Kinnock dijo a sus colegas que "no volverá a realizar argumento táctico alguno sobre el abandono independiente y unilateral de las armas nueleares sin obtener algo a cambio'. Incluso aquellos que estaban a favor de de una posición más unilateral se sorprendieron por la fuerza. de la conversión de Kinnock.
Gerald Kaufman, portavoz de Asuntos Exteriores de los laboristas y primer autor del documento aprobado, aceptó una enmienda a éste, que per-mite a los laborista la opción bilateral de "negociaciones directas" con la Unión Soviética y otros países, para desmantelar los Polaris y Trident, en caso de que fallasen los intentos de iniciar una segunda ronda de conversaciones para la reducción de las arrnas estratégicas. David Blunkett intentó incorporar en el docurriento unos plazos de retirada de las armas nucleares del suelo británico si fallasen las conversaciones, pero su propuesta fue rechazada por 16 a nueve votos.
En una conferenciade prensa, tras la votación de la ejecutiva, Kaufman fue preguntado sobre si los laboristas, hasta que las conversaciones tengan éxito, estarán dispuestos a apretar el botón nuclear. "Ningún gobierno responsable contestará a esa cuestión ya que la respuesta de ese gobierno serviría al potencial adversario. No estoy dispuesto a caer en la trampa", afirmó.
El debate en la Cámara de los Comunes sobre la política laborista flue descrito por un conservador como el más vivo habido
en esa Cámara desde 1979. "Los miembros conservadores del Parlamento estabamos de acuerdo en que los laboristas tienen unos nuevos brios", después de las elecciones parciales de la semana pasada y de cara a la percepción del triunfo en la revisión de su política. "Nosotros somos políticos convencidos y nunca ponemos el poder por encima de los principios", dijo Thatcher para atacar a los laboristas.
The Independent / EL PAIS
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