"Nadie me dio ni para una bombilla"
España, ¿es ella?. Juan Barranco recita: "Esta calle se llamará Lina Morgan". Madrid la hace beata, en espera de lo otro. Los pergaminos, pregones, placas, esto, lo otro, puntos suspensivos, todo pasa por su bolígrafo. Estamos en El último tranvía, la penúltima joya de su yate madrileño dicho La Latina.Pregunta. ¡Qué dichosa!
Respuesta. Soy normal.
P. ¿Qué le da a los 40 millones de congéneres?
R. Ellos me dan más, y paso la batería, lo sé. Perdón.
P. ¿La más bella frase?
R. Alguien me dijo: "No te entristezcas porque las rosas tienen espinas, alégrate porque las espinas tienen rosas".
P. ¿De hembra o de macho?
R. De hombre.
P. ¿Por qué cambiaría los honores, medallas y tal?
R. Por nada; me siguen gustando los honores... y tal.
P. ¿Come, bebe, vive?
R. Sí, no hago régimen.
P. ¿Vive como un cura?
R. No sé cómo viven los curas; no sé si trabajan tanto.
P. ¿A qué hombre o mujer ama más en el mundo?
R. A mis hermanos, Julia y José Luis, y más que nunca.
P. ¡Pufff!...
R. No puedo decirle más.
P. ¿Cómo mantiene el secreto de su intimidad?
R. Mi vida es mi vida, si hay truco no se lo digo.
P. Eso es parafilosófico.
R. De nada; yo, a lo más llego a copiar la inteligencia.
P. ¿Precauciones contra el SIDA?
R. Hasta ahora no; de eso no hablo, es feo y triste.
P. ¿Adoptará un hijo?
R. No, tengo 50 años.
P. ¡Y dale con los años!
R. No, no, mire qué cuerpo qué cara, qué piernas...
P. ¿Y Montand a los 68?
R. Fantástico, me chifla, me hubiera casado con él.
P. ¿Alcaldesa de Madrid?
R. Si fuera fácil arreglar los problemas, sin ninguna duda.
P. Su vida: ¿un milagro?
R. Algo, pero nadie me dio ni para una bombilla.
P. ¿Intríngulis escénico.?
R. Salgo con un libreto e improviso, según el público, mi mejor director; en la calle parezco un tarugo, no hago reir
P. ¿Humor felipista, suarista, fraguista ... ?
R. Soy una señora que lo hace pasar bien.
P. ¿Una suerte de monja?
R. ¡Noooo! Cada cual puede ser monja en su profesión.
P. ¿Quién es museo más visitado, el Prado o usted?
R. Me gustaría ser yo...
P. Tierno: ¿algo pícaro?
R. No sé; me pareció que le gustaban las mujeres, pero conmigo todo respeto.
P. ¿Sotanas en su sala?
R. Obispos, no lo sé; curas, sí, y un grupo de dominicos.
P. ¿Usted y Charlot juntos?
R. ¡Qué delicia!, hubiese aprendido tanto ... !
P. ¿Necesidad insaciable?
R. Los aplausos son vitales, como el aire.
P. "La verdad sólo es mía", ha dicho: ¿me miente?
R. Hay cosas que no me digo ni a mí misma.
P. Usted es resultona, ¿no?
R. Sí, por agradable, simpática, por la conversación, incluso sin ser madame Curie.
P. ¿España igual a Lina?
R. Es muy fuerte, ¿no?, pero es bonito, me gusta.
P. ¿Dónde, un monumento?
R. No se me había ocurrido, vamos a hablar con Barranco.
P. ¿Su espectador deseado?
R. El Rey y, ¡fijese!, Alfonso Guerra también.
P. ¿Quién es Lina Morgan?
R. No quiero pensarlo.
P. ¿Desnuda en escena?
R. Nunca, porque no me gusta, no le va a mi público.
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