La policía impide la entrada en España a 43 obreros chinos

Cuarenta y tres ciudadanos de la República Popular China fueron interceptados en el aeropuerto de Barajas cuando pretendían entrar en territorio español aprovechando un permiso de tránsito de 72 horas de duración. Dos de ellos se escaparon y ayer por la tarde no habían sido localizados. Los extranjeros eran esperados por un grupo de compatriotas, quienes les iban a dar trabajo en restaurantes. La policía estaba advertida de este desembarco por la Embajada de España en Brasil.

Los chinos llegaron al aeropuerto madrileño a bordo de un avión procedente de Lima (Perú), provistos de billetes de tarifa mínima que les había suministrado un mayorista de viajes a un precio inferior al oficial. El grupo había salido de Pekín y, tras hacer escala en la capital limeña, continuó viaje hacia Madrid.Nada más llegar a territorio español, los asiáticos pretendían solicitar un "permiso de entrada en tránsito". Mediante este visado, que concede o deniega la policía, los ciudadanos extranjeros pueden permanecer e n Madrid durante un tiempo máximo de 72 horas.

Fuentes policiales explicaron que este permiso temporal se otorga generalmente para que el extranjero pueda solucionar algún problema burocrático, "siempre que alguien residente en España se haga cargo de él o que el visitante acredite disponer de medios de subsistencia".

El desembarco de los 43 ciudadanos chinos estaba perfectamente planificado: diez compatriotas -nueve de los cuales residen legalmente en España- les estaban esperando para hacerse cargo de aquellos y dar la cara ante la policía".Sin embargo, nuestra Embajada en Brasil tuvo conocimiento de estos planes días atrás y advirtió a la Dirección General de Policía.

Restaurantes

Agentes de la comisaría de Barajas procedieron a identificar a tales personas y comprobaron que trabajan en restaurantes orientales existentes en Madrid, Salamanca, Pontevedra, Valladolid y Avilés (Asturias). Algunos lograron escapar, pero fue detenido uno de ellos por carecer de permiso de residencia en regla, pese a lo cual trabajaba actualmente en un restaurante de Salamanca.La policía investigó en la sala de tránsito del aeropuerto y localizó allí a 43 pasajeros chinos. Seis de éstos, al darse cuenta de que había problemas, echaron a correr y cuatro fueron capturados cerca de las pistas. Pero dos de ellos salieron de la zona de nadie y no han sido localizados aún.

El grupo interceptado -compuesto por hombres y mujeres jóvenes- quedó custodiado en la sala de tránsito hasta las 13.30 horas de ayer, en que fue embarcado en un avión rumbo a Barcelona. Posteriormente está previsto que continúe viaje hasta Tokyo, que era el destino final que figuraba en sus billetes.

Fuentes policiales informaron ayer que "las autoridades chinas suelen negarse a readmitir a los compatriotas que son expulsados de otros paises". Los mismos medios aseguraron que recientemente fue enviado un hombre a la República Popular China y de nuevo tuvo que regresar a España cuando las autoridades de aquel país se negaron a admitirle.

Durante el año pasado, 8.225 chinos visitaron nuestra nación, donde residen legalmente alrededor de 3.500. A 34 visitantes de la misma raza se les prohibió la entrada en España y a 18 se les expulsó por estancia ¡legal, según datos oficiales del Ministerio del Interior. En la actualidad hay en nuestro territorio cuatro refugiados políticos y tres asilados.

La representación diplomática española en Brasil alertó recientemente de que grupos de ciudadanos asiáticos estaban utilizando diversos países de Suramérica como plataforma para saltar a España. La intención de muchos de ellos es seguir posteriormente viaje a otras partes de Europa y conseguir trabajo.

La policía investiga la posible existencia de una amplia organización internacional, que estaría encargada de reclutar a trabajadores de origen oriental y facilitar así mano de obra barata a otros países de mayor poder económico.