"Tenemos que rearmar nuestra industria"

JESÚS NAVARES, La renovación política puesta en marcha en la Unión Soviética con el liderazgo de Mijail Gorbachov parece que ha llegado al área económica. Las predicciones de crisis para este mismo año de prestigiosos economistas soviéticos ha movilizado a los hombres del presidente del Soviet Supremo y se están facilitando a la opinión pública internacional datos más concretos sobre la economía de la URSS. La falta de cotización de su moneda en Occidente dificulta la comparación de esas cifras.

Pregunta. ¿Cuál es la situación actual de la economía soviética? Los últimos datos oficiales hablan de un crecimiento del producto nacional bruto (PNB) del 4,4%, pero algunos economistas soviéticos hablan de un crecimiento negativo del 1 %.

Respuesta. Nuestra situación económioca es bastante dificil. Si hay que definirla en una palabra, ésta es transitoria. En el paso de los viejos sistemas administrativos a los nuevos se distinguen tres grandes líneas. La primera es el cambio de la orientación social. Ahora las inversiones en la esfera social se han duplicado. La segunda es el rechazo a los métodos extensivos del desarrollo y el centrarnos en aumentar la eficacia de la industria. La tercera línea es el cambio del viejo sistema administrativo de mando hacia nuevos sistemas.

Nuestra estadística oficial hace aumentar artificialmente los ritmos de crecimiento, dando la cifra del 4,4% de incremento en el PNB, pues no toma en consideración el aumento de los precios. Cambiaremos la estadística. A partir del año próximo publicaremos los datos sobre el índice de precios como en el resto de los países. En estos momentos, los productos de consumo tienen una inflación del 4%, y los industriales, del 2%.

P. ¿Qué medidas van a tomarse para aumentar la eficacia de la industria?

R. La medida principal es la reconstrucción de la industria de bienes de equipo. Hay que rearmar la industria. En 1985 se puso fuera de servicio el 3, 1 % de las máquinas anticuadas. En 1988 se alcanzó el 9,8%. A partir de los años noventa planificamos alcanzar un nivel de renovación de maquinaria del 15% anual. Por esto canalizamos ahora grandes inversiones en la fabricación de bienes de equipo. En los años 1981-1985, las inversiones básicas fueron del 24%, y en el período 1986-1990 serán del 80%. Ahora estamos destinando el 50% de las inversiones al sector de producción de maquinaria moderna.

Déficit

P. ¿Cuál es el total de las inversiones que se han realizado en 1988 y la proyección futura?

R. Aproximadamente 180.000 millones de rublos [un dólar equivale a 0,58 rublos, aunque esta divisa no es convertible]. Este esfuerzo se reducirá pasado 1990, principalmente a costa de inversiones básicas centralizadas para suavizar el déficit del presupuesto estatal. A finales del año próximo reduciremos el déficit en 15.000 millones de rublos. Al mismo tiempo aumentarán las inversiones en el área de la fabricación de bienes de consumo, sanidad, vivienda, etcétera.

P. ¿Es cierto el dato de 100.000 millones de rublos de déficit presupuestario en la Unión Soviética en 1988?

R. Son datos legítimos. Los créditos bancarios directos suponen 34.000 millones y otros 66.000 millones de rublos representan las prestaciones del fondo de deuda; inversiones de la población en deuda depositadas en las cajas de ahorro. Esto será lo que liquidemos en primer lugar.

P. La actual política soviética de la perestroika, ¿qué traducción va a tener en el mundo económico y empresarial?

R. Facilitará la aprobación de decisiones bien pensadas. La aprobación cerrada, en un círculo decisorio reducido, encierra el peligro de elegir opciones poco equilibradas.

Por ejemplo, se decidió en el pasado la redistribución de las aguas de los ríos del norte a los del sur, y rectificar ese plan costó 100.000 millones de rublos. Gracias a la glasnost, la trasparencia de la nueva política, los científicos pudieron mostrar la ineficacia económica y social del proyecto, que fue rechazado.

En la actualidad, con la reforma política y con el nuevo conjunto de los diputados del Soviet Supremo se da un nuevo paso. Quedarán bajo el control de la sociedad varios organismos estatales que, tal vez, podrían seguir sus propios intereses. Con la glasnost, vamos a examinar las raíces de la ausencia de democracia.

P. ¿Qué, problemas se han detectado en las relaciones comerciales con España?

R. Hay una fuerte inercia española, y por nuestra parte, una falta de aptitud para organizar el comercio.

A partir del primero de abril hemos dado la posibilidad a todas las empresas y cooperativas de salir al mercado extranjero Hasta entonces, este derecho sólo lo tenían las 100 mayores empresas soviéticas. También están liberalizadas las restricciones para constituir empresas mixtas.

La dificultad reside en que en España predominan las empresas pequeñas y medianas y no es fácil para ellas buscar representantes en Moscú y hacer viajes de negocios. Hay que encontrar nuevas formas de incrementar los contactos. Tenemos gran interés en el área de la producción de alimentos, de los bienes de consumo. La experiencia turística española y la motorización de su población también nos interesa. Ahora están creadas buenas premisas para la cooperación, lo que falta es la organización.