Daphne du Maurier, escritora
Daphne du Maurier, novelista, comediógrafa y ensayista británica, murió ayer a la edad de 82 años. Deja atrás muchas páginas de una literatura quizá discutida, pero que ha pasado a formar parte de los mitos de un siglo.Su padre era actor, y el padre de su padre era un ilustrador, dibujante y novelista que nació en París, hijo de inglés naturalizado, y cuyas narraciones gozaron en su día de gran popularidad. Daphne nació en Londres en 1907, pero se educó en París. No había cumplido los 20 años cuando publicó su primera colección de relatos, The apple tree (1925). Cuando, en 1932, contrajo matrimonio con sir F. A. M. Browning ya era autora de una novela, The loving spirit(1931). .
Pero para explicar realmente quién era Daphne du Maurier basta con una palabra: Rebeca. Publicada en 1938, dos años después que Jamaica Inn, y llevada posteriormente a la pantalla grande, Rebeca ha sido, con seguridad, una de las novelas más leídas en todos los idiomas. Melodramática y sentimentaloide (como casi toda la producción de Du Maurier), es la historia de una presencia obsesiva, la de Rebeca, primera esposa de Max de Winter, señor de la mansión de Manderly, en la impresionante costa de Cornualles (donde, por cierto, residía la autora). La sombra de la fallecida Rebeca inunda toda la atmósfera del lugar y llegará a hacerse obsesiva para la tímida y joven nueva esposa.
La obsesión se encarna en Mrs. Danvers, el ama de llaves, que no disimula su odio hacia la nueva señora ni su veneración por la anterior. La aparición (con los costados agujereados) del yate en el que Rebeca murió ahogada y el descubrimiento de un cadáver en su interior obligará a la policía a tomar cartas en el asunto. La investigación irá desvelando el verdadero carácter de Rebeca, su crueldad, su impudicia y su cinismo. Es entonces cuando Mrs. Danvers, en un desesperado intento por negarse a sí misma la verdad sobre su admirada Rebeca, prende fuego a la mansión. El matrimonio contempla el espectáculo con la conciencia de quien se libra así de un maleficio. Hay mucho de cierta literatura decadente de finales del siglo XIX, pero también hay algo de vivencia personal.
Sobre el valor literario de Daphne du Maurier se ha discutido mucho, aunque tras su último éxito con My cousin Rachel (1959) no volvió ya a disfrutar de la misma popularidad de antes. También escribió comedias y libros de historia. Su familia fue para ella fuente de inspiración en Gerard, a portrait (1934), que es una biografía de su padre, y en The Du Mauriers (1937). En 1962 publicó la continuación de un manuscrito dejado incompleto por el crítico y novelista Quiller-Couch (1863-1944), natural de Cornualles, cuyos relatos de aventuras no disgustaban al público.
Tras el relativo fracaso de su última novela, Rule Britania (1972), una historia de ficción política en la que el Reino Unido es invadido por Estados Unidos y en la que se intentaba en vano barajar todos los ingredientes para el éxito de ventas, escribió aún un par de libros sobre los hermanos Bacon.
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