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El Banco de España espera que la CNMV regule la eliminación de las autocarteras

El gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, afirmó ayer que la entidad de la que es responsable "ha ido todo lo lejos que podía" en su trabajo para eliminar de las prácticas bancarias aquellas que tratan de mantener el precio de las acciones mediante la compra de títulos propios. Según dijo, espera que "en un futuro próximo sea la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), presidida por Luis Carlos Croissier, la que elabore una normativa que ponga fin a estas actuaciones".

El gobernador del Banco de España realizó estas afirmaciones en el acto de inauguración del Primer Salón Internacional de la Inversión (Expoinversión 89) que se celebra en Madrid y en el que estuvieron presentes, entre otros, el copresidente del Banco Bilbao Vizcaya (BBV), Pedro Toledo; el presidente del Banco Hispano Americano, Claudio Boada, y el presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), Miguel Muñiz.Mariano Rubio aseguró que el Banco de España sigue preocupado por la influencia que la autocartera ejerce sobre los recursos propios de las entidades bancarias y mencionó su insistencia en la necesidad de separar ambos conceptos a la hora de calcular el coeficiente de garantía a aplicar, así como la petición cursada a los bancos para que publiquen trimestralmente las acciones propias que mantienen en su poder.

La máxima autoridad monetaria recordó asimismo que la ley de Sociedades Anónimas prohíbe expresamente la compra de acciones propias "que no se ha limitado a corregir los valores erráticos sino a mantener los precios" y auguró que continuar con tales prácticas puede suponer para las entidades pérdidas importantes en un contexto de mayor competencia, por no mencionar el perjuicio que supone para el inversor el mantenimiento de cotizaciones artificiales.

Mariano Rubio mencionó también el trabajo realizado en el apartado de protección al ahorrador con iniciativas que calificó como las más avanzadas de nuestro entorno y se refirió concretamente al servicio de reclamaciones del Banco de España abierto en 1987 en el que, según aseguró, "encontramos algunas dificultades ya que no se entiende que tal servicio no es un tribunal en el que se pueden resolver los problemas entre entidades de crédito y clientes".

Vieja preocupación

La preocupación por el elevado nivel de autocartera de los grandes bancos españoles no es nueva en el Banco de España. Ya el pasado mes enero la autoridad monetaria envió una carta a los responsables máximos de estas entidades para que aligeraran la autocartera que, a juicio del banco emisor tiene una clara incidencia negativa en el coeficiente de recursos propios.A raíz de la marcha atrás de la fusión entre Banesto y Central, estas entidades optaron por la vía de vender la autocartera a sus empleados y clientes mediante la concesión de créditos a un interés cercano al 9%. El Central fue más rápido y colocó casi siete millones de acciones entre sus empleados y clientes mientras que Banesto se quedó en menos de la mitad. El Banco de España reaccionó con rapidez y dictó una circular que castigaba la venta de acciones de las entidades bancarias con créditos propios.

La circular establecía un coeficiente del 100% sobre los recursos propios de las entidades bancarias para los créditos concedidos a terceros no empleados y del 35% para los concedidos a los empleados para comprar acciones de su propio grupo. La circular iba dirigida directamente contra esta práctica que habían iniciado el Banco Central, el Banesto y, anteriormente, el Banco Bilbao Vizcaya.

Otro aspecto que preocupa a la autoridad monetaria es la regulación de los usos y prácticas operativas en los mercados de valores. En este apartado, dijo ayer el gobernador, se incluye el uso de la información confidencial en las compra-ventas bursátiles, la utilización adecuada de las ofertas públicas de adquisición de acciones (OPA) y los criterios de introducción de órdenes en bolsa, junto con la instrumentación y adecuada liquidación de las transacciones con pagarés de empresa.

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