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Un desastre

Ha sido, sin contar con los actos de heroísmo, una tragedia sin nada que pueda compensarla. Era un acontecimiento profesional, organizado por profesionales. Y se convirtió en un desastre horrible y mortal. Si se busca una imagen que nos lo recuerde, pensemos en los cuerpos inertes conducidos hasta las ambulancias sobre paneles de anuncios por no haber suficientes camillas. Nada funcionó correctamente en Hillsborough el sábado. El fútbol es sólo un juego. Nuestro juego nacionall, pero solamente un juego. Desde hace más de 10 años ha sido herido profundamente por una violencia cada vez mayor.Era un problema social y político. Hasta Hillsborough podemos reconstruir cómo un problema conduce a otro.Los hinchas del Liverpool fueron llevados lógicamente a un extremo del campo porque, al tener que estar separados, era la forma más fácil por el sentido del tráfico desde Merseyside. Vigilar el orden'público durante los grandes encuentros de fútbol hoy día puede consistir en una casi operación militar, pero tales operaciones, al estar envueltos en ellas seres humanos, serán siempre presa del desastre, a menos que se contemple claramente la situación.Si Hillsborough, uno de los ejemplos más relevantes de fútbol inglés, con un buen balance en materia de seguridad, puede escenificar una tragedia de tales dimensiones, ¿cuántos más de nuestros campos de fútbol en ruinas están en la lista de espera?

, 17 de abril

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