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La CE, dispuesta a impulsar la ofensiva diplomática en Oriente Próximo

IGNACIO CEMBRERO, ENVIADO ESPECIAL, Los doce acordaron ayer reanudar su ofensiva diplomática en Oriente Próximo con vistas a acercar los puntos de vista de árabes e israelíes y hacer propuestas concretas para aliviar la situación "insostenible" de los territorios ocupados por el Estado judío. Reunidos en el Carmen de los Mártires bajo la presidencia del español Francisco Fernández Ordóñez, los ministros de Asuntos Exteriores de la CE concluyeron su encuentro dando el visto bueno a un calendario de contactos que prevé próximos viajes del número dos de la diplomacia española, Fernando Perpiñá, a TO Aviv y Túnez; otros desplazamientos a la zona del director general Jorge Descallar, y un encuentro en Madrid de la troika comunitaria con el secretario de Estado adjunto de EE UU para Europa.

"No hemos excluido contactos colegiales con la OLP al más alto nivel", precisó el italiano Giulio Andreotti. Pero el verdadero objetivo de la diplomacia española consiste en lograr que los doce actualicen y concreten la declaración de Venecia, que desde 1980 constituye su doctrina sobre Oriente Próximo. "A la vista de la reflexión que desarrollemos", precisó Fernández Ordóñez, "podríamos elaborar una propuesta con sugerencias constructivas para la fase de transición en los territorios ocupados antes de que se celebre la conferencia internacional de paz".

El ministro consideró prematuro dar detalles sobre la eventual proposición comunitaria, pero indicó que entre las hipótesis que se barajaban figuraba solicitar el envío de cascos azules de la ONU o de fuerzas de países de la CE que sustituirían a las tropas israelíes. A Fernández Ordóñez le encantaría que tales sugerencias pudiesen quedar recogidas en un documento aprobado por la cumbre de Madrid en junio, pero sus colaboradores recordaban que dos meses pueden no bastar para acercar los puntos de vista de sus socios europeos sobre esta delicada cuestión. Suavizar a Siria

La troika comunitaria, que estuvo recientemente en Damasco para intentar suavizar la actitud partidista de Siria en el conflicto que enfrenta a las comunidades confesionales libanesas, viajará también a Beirut, a petición de Francia. El ministro galo, Roland Dumas, buscó y obtuvo justamente ayer un respaldo comunitario a la ayuda humanitaria que el Gobierno francés está proporcionando a los libaneses a pesar de las críticas que emanan de las filas musulmanas. El otro gran tema al que los jefes de la diplomacia comunitaria dedicaron gran parte de sus debates fue las relaciones Este-Oeste.

De la reunión emergió un consenso, según relató Fernández Ordóñez, sobre la necesidad de definir una estrategia global, pero sin considerar el Pacto de, Varsovia como un bloque, sino tratando a cada país como un caso específico. También acordaron apoyar las reformas políticas que introducen dosis de democracia, como en Hungría y, más recientemente, en Polonia, y mantener una actitud crítica ante los regímenes que no evolucionan, como el checoslovaco y, sobre todo, el rumano, que intensifica la represión.

"Todos estamos de acuerdo", recalcó el alemán Hans Dietrich Genscher, "para dar a Bucarest un aviso, aunque por ahora no será formal".

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