Escepticismo en medios de la ONU en Namibia sobre la salida de la SWAPO

La operación de retirada de Namibia de los guerrilleros de la Organización de Pueblos del Suroeste Africano (SWAPO), que debía comenzar al mediodía de ayer, despierta serias dudas entre los miembros de las Naciones Unidas que supervisan el proceso de independencia de esta última colonia africana administrada por Suráfrica. Los miembros de la SWAPO deben reagruparse en lugares determinados por la ONU, en los que ondea sobre altos mástiles la bandera azul y blanca de este organismo, pero anoche aún no había comparecido ninguno de ellos.Medios próximos a la ONU, así como fuentes de la policía de Namibia, se mostraban pesimistas sobre las posibilidades de que funcione el plan de urgencia puesto a punto el domingo en Mont Etjo, Namibia, por representantes cubanos, angoleños y surafricanos para poner fin a los combates que comenzaron el pasado primero de abril.

Según este plan, los 1.800 a 1.900 guerrilleros de la SWAPO actualmente en territorio namibio deben de reunirse en los puntos bajo control de la ONU; entregar sus armas para ser trasladados a la frontera con Angola, y de ahí a unos 150 kilómetros hacia el interior del país.

Sin embargo, el secretario de Información de la SWAPO, Hidipo Hamutenya, indicó el lunes que los guerrilleros permanecerían en Namibia hasta que se aclararan ciertos puntos del acuerdo, como cuánto tiempo deberán permanecer apartados de Namibia y qué sucederá con sus armas.

Oferta de Mozambique

Por otra parte, el presidente de la Asamblea Nacional mozambiqueña, Marcelino dos Santos, declaró recientemente en Madrid que los combates de estos días son una "prueba evidente de que la ONU no debe renunciar a asumir por completo sus compromisos para el cumplimiento de los acuerdos de paz en el África Austral", informa Ana Camacho.Dos Santos indicó que Mozambique y los demás países miembros de la Línea del Frente -Angola, Tanzania, Botsuana, Zimbabue, Zambia- exigirán por ello que la ONU incremente sus fuerzas militares al menos hasta la cifra de 7.500 hombres, prevista inicialmente y recortada, a pesar de sus protestas, por razones presupuestarias. Según Dos Santos, Mozambique se ha ofrecido, junto a los demás miembros de la Línea del Frente, "a contribuir a asegurar el orden y la tranquilidad en Namibia, poniendo a disposición de la ONU tropas africanas, que se alinearían junto a los cascos azules ya desplegados, y cuyos costes de mantenimiento correrían a cargo de estos países". Para Dos Santos, los incidentes que han acompañado la puesta en marcha del plan de paz han "creado una gran aprensión entre los países vecinos de la zona".