Georgia llora sus muertos en la revuelta nacionalista
Tiflis, la capital de Georgia, llora sus muertos. Cuarenta y ocho horas después de los trágicos enfrentamientos que costaron 18 muertos y 200 heridos, la República Soviética de Georgia proclamó ayer una jornada de luto. Las ventanas y los balcones de las casas mostraron millares de banderas negras, hombres y mujeres llevaban vestidos de luto y hasta las banderas de los edificios públicos permanecieron a media asta. Parece un gesto de las autoridades destinado a reapropiarse del dolor de la gente después de un enfrentamiento que ha situado en dos frentes contrapuestos a los ciudadanos y al poder.
En la noche del lunes, fueron detenidas 464 personas por violación de las reglas del toque de queda -vigente desde las 23 horas hasta las 6 de la mañana- una medida de precaución adoptada por las autoridades y que probablemente permanecerá en vigor bastante tiempo. No se prevé, por el momento, la retirada de las tropas y de los carros blindados que mantienen en estado de asedio los puntos claves de la capital de Georgia.La aparente calma de ayer transcurrió sobre el filo de la tensión, de la rabia y del dolor. Las fábricas reanudaron, lenta y parcialmente, la actividad e incluso el transporte público comenzó poco a poco a restablecer el sevicio. El puño de hierro mostrado por las autoridades locales ha golpeado indiscriminadamente a muchas "personas inocentes", como las ha definido el jefe del partido comunista georgiano, Giumber Patiashvili; entre las víctimas figura incluso una mujer de 70 años.
Ahora se temen más que nada las reacciones violentas, las explosiones de una revuelta después del despertar de la pesadilla del domingo. La Policía local está confiscando todas las armas particulares de los ciudadanos. Como medida de precaución se ha cambiado del jueves probablemente al viernes o el sábado próximos, la fecha en que se celebrarán los funerales públicos de los 18 muertos en la protesta nacionalista. Las autoridades buscan tener el control total de la situación. El ministerio de Comercio ha ordenado, entre otras medidas, prohibir la venta de alcohol en comercios y restaurantes.
El enviado del Kremlin, el ministro de Asuntos Exteriores sovietico, Edvard Shevardnadze, un georgiano, mantuvo contactos con la gente en las calles de Tiflis y en algunas de las mayores fábricas de la ciudad. Después de haber participado en una reunión del Comité Central del partido en Georgia, Shevardnadze y Patiashvili hablaron ante los obreros.
Contactos de Shevardnadze
El representante local señaló que el pasado domingo había recibido garantías sobre el carácter no violento de la intervención de las fuerzas del orden. Pero ha habido víctimas, agregó, "y esto es un luto de todos del que asumimos la responsabilidad".[Entre los representantes de la población georgiana recibidos por Shevardnadze se encontraba un miembro del Partido Nacional Democrático acusado de tener la responsabilidad de los sucesos, según un corresponsal del boletín moscovita independiente Glasnost en la capital georgiana, informa France Presse].
[Otros militantes de este grupo forman parte de los detenidos en Tiflis y contra los cuales se inciarán acciones judiciales. Alrededor de tres jóvenes miembros de este partido -que comenzaron una huelga de hambre "por la independencia de Georgia" y están acusados por Moscu de llamar a la "liquidación del poder soviético"- se reunió la semana un grupo de "al menos 8.000 personas", según Izvestia, informa la misma agencia].
[Por su parte, el líder sovético, Mijail Gorbachov, trató sobre la situación creada en Georgia con el presidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Hans-Jochen Vogel, ante quien reafirmó su voluntad de democratización de la URSS. "El principio de la liberad de expresión permanece intocable", manifestó Gorbachov en Moscú a su interlocutor, "pero el deber del Gobierno es defender la perestroika", informa France Presse]
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