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El Joventut fulminó al Real Madrid

Robert Álvarez

El Joventut fulminó anoche al Real Madrid, al que le infligió no sólo una clara derrota, 107-95, sino que también llegó a colocar en situaciones que bordearon el ridículo y el desconcierto. El Real Madrid no esperaba someterse a una sesión intensiva de carreras de 100 metros lisos y tampoco salió excesivamente concentrado en adaptar sus movimientos a los que se requieren en un partido de baloncesto. Los jugadores madridistas sólo pudieron limitarse a ver cómo las balas de verde y negro pasaban volando continuamente por su lado mientras que ellos perdían posesiones de balón -hasta siete en el primer tiempo-, incurrían en varias faltas dé ataque y no digerían la defensa, ni la individual ni la zonal, a la que le sometió el Joventut.Montero, Villacampa y Jofresa desarmaron el juego del madrid. Cuando no era por contraataque, ganaban el pulso a la defensa madridista ofreciendo buenas asistencias a sus pivots, que jugaron en situaciones estáticas tan sólo a modo de recurso, gracias a que el acierto en el tiro exterior del Joventut resultaba espectacular (9 de 14 triples) y a la versatilidad de Jones que también se fue más allá de la línea 6,25 metros para conseguir cuatro de esos triples.

El descalabro madridista fue tan espectacular, tan absoluto, que provocó la hilaridad del público, que se regocijó con fallos estrepitosos como uno de Martín, solo bajo canasta, y con gritos de ¡olé, olé!.Mientras, Lolo Sáinz tomó la peculiar decisión de prescindir durante casi nueve minutos de la segunda parte de Petrovic, bien marcado, pero sobre contrarrestado en ataque, por Jofresa y en ocasiones por Villacampa. Sáinz apostó por aderezar el rumbo de su equipo a base de forzar el jue go interior; para ello situó en pista a Romay en el segundo período, pero el remedio fue del todo inútil puesto que el gigante madridista se mostró falto de ritmo y cometió numerosos errores, que produjeron tanto más escarnio cuanto que sus compañeros tampoco compensaron sus errores. Así el Joventut obtuvo una máxima diferencia de 21 puntos, 98-77 (m. 34).

Todo ello propició el excelente partido del Joventut, que rozó la perfección; además, en su estilo característico de velocidad, desplazamientos lárgos de balón y sometimiento a la inspiración. El Joventut buscó las jugadas de uno contra uno ante la defensa madridista, que incurrió en la paradoja de que parecíaflotar a los tiradores verdinegros mientras dejaba que Johnson apareciera continuamente solo bajo canasta. El equipo madridista no podía actuar de mejor forma si pretendía probar que está en crisis, máxime cuando anoche se encontró ante el Joventut de las mejores ocasiones. El resultado, además, dejó la Liga en un pañuelo con Barcelona, Joventut y Real Madrid copando los primeros puestos.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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