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TERRORISMO Y NEGOCIACIÓN

Cautela del Gobierno tras los últimos atentados

Medios oficiales de Interior mantenían ayer una postura de prudencia y cautela sobre las tres actuaciones terroristas de las últimas 48 horas: un paquete bomba en Irún, que explotó; otro enviado a la prisión de Herrera de la Mancha, que no estalló, y 10 explosivos en la línea férrea que une Pamplona con Vitoria, que cortaron el tráfico durante 13 horas. Un portavoz de Interior consideró la autoría de ETA como "hipótesis más probable". Altas fuentes de¡ ministerio señalaron a este periódico que estos atentados fueron obra de varios comandos legales -no fichados policialmente-, que han actuado sin orden expresa de la dirección de ETA y basándose en los comunicados del 4 y el 7 de abril que anunciaban el fin de la tregua.

La actitud de prudencia se mani festaba ayer en que tanto en la sede del Ministerio del Interior en Madrid como en los gobiernos civiles del País Vasco y Navarra no se confirmó oficialmente la autoría de ETA en el envío el viernes del paquete bomba a un ciudadano de Irún (Guipúzcoa) que resultó herido grave, en la colocación en la madrugada del sábado de 10 bombas en la vía de ferrocarril entre Pamplona (Navarra) y Vitoria (Álava) -de las que siete hicieron explosión- y en el envío, informa Efe, de otro paquete bomba en la tarde de ayer a un funcionario de la cárcel de máxima seguridad de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), donde se encuentran numerosos presos de ETA.Estas acciones terroristas su ponen el fin de la tregua observa da durante cuatro meses por ETA. Pese a que la postura oficial gubernamental radica en que .con atentados no hay contac tos", fuentes de Interior consul tadas por este periódico se negaban ayer a asegurar que el "proceso de distensión haya finalizado". En este sentido, estas fuentes recordaron los "grandes esfuerzos" que por parte del Gobierno se han realizado para acabar con la violencia etarra. Altas fuentes de Interior indicaron que los últimos atentados eran obra de comandos legales de ETA (no fichados y cuyos miembros realizan una aparente vida normal).

"Escalada controlada"

Los mismos informantes consideran que este tipo de comandos tiene mayores dificultades para una comunicación fluida con la cúpula de la organización, y que se atienen, por tanto, a lo declarado públicamente por la dirección, que en su último comunicado señaló que se abrían todos los "frentes de lucha". En las últimas semanas se han observado, incluso a través de los propios comunicados de ETA, las diferencias existentes en las organizaciones abertzales radicales entre los partidarios de reemprender los atentados y los que preferían agotar las conversaciones políticas. Sin embargo, fuentes policiales restaban ayer importancia a las supuestas diferencias en el seno de ETA y señalaban: "Asistimos a una controlada escalada de violencia".

En el último comunicado etarra, fechado el 6 de abril, la organización ratificaba la ruptura de la tregua hasta que el Gobierno respetase los supuestos acuerdos tomados en Argel sobre las con versaciones políticas.

Esta ruptura de la tregua se produjo supuestamente el vier nes con el explosivo de Irún (no asumido aún por ETA pero compuesto, al parecer, por Goma 2, según el gobierno civil). Y en la madrugada de ayer, siete artefactos explosivos que contenían más de 30 kilos de amonal -explosivo utilizado también por ETA- estallaron en varios puntos de la línea férrea que une Pamplona y Vitoria, en las localidades de Ciordia y Zuasti, cercanas a Alsasua, produciendo, según las estimaciones de técnicos de Renfe, daños valorados en más de 34 millones de pesetas, informa Mikel Muez desde Pamplona. Efectivos de la Guardia Civil lograron desactivar otros tres artefactos más que habían sido colocados en diversos puntos de la misma zona.

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Según la Delegación del Gobierno en Navarra, hacia la 1.30 del sábado, la asociación Detente y Ayuda (DYA) recibió una llamada anónima en la que se anunciaba en nombre de ETA la colocación de varios artefactos explosivos junto a la vía férrea que enlaza Pamplona, Alsasua y Vitoria.

El primer paquete bomba estalló a las 3.30 junto a uno de los postes de la vía férrea, a pocos metros de la estación de Renfe de Ciordia. Minutos más tarde estallaron otros tres artefactos más, adosados todos ellos a postes que resultaron destruidos por las explosiones. Horas más tarde, y a unos 500 metros del punto en el que se produjeron los estallidos de las primeras bombas, hicieron explosión otros dos artefactos más, colocados también junto a postes del tendido eléctrico de la vía y que causaron destrozos en una caseta de Renfe.

Artificieros

Equipos de artificieros de la Guardia Civil y miembros de este cuerpo rastrearon el lugar durante toda la noche y lograron desactivar dos artefactos en un primer momento. Comprobaron que contenían unos tres kilos de amonal cada uno de ellos.

En la subestación alimentadora de la red eléctrica de Renfe situada en la estación de Zuasti estalló el séptimo artefacto, colocado junto al transformador principal y que contenía entre seis y ocho kilos de amonal. Otro paquete situado junto al transformador secundario fue desactivado por el equipo GEDEX de la Guardia Civil, y se comprobó que la carga estaba compuesta por tres kilos de amonal. Los daños en el trwisformador eléctrico principal de la subestación superan los 34 millones de pesetas, según Renfe.

No se produjeron daños personales, y la circulación de trenes en este tramo ferroviario quedó suspendida durante toda la noche y la mañana de ayer mientras los equipos de desactivación de la Guardia Civil continuaban sus rastreos. A las 16.20 de ayer se restableció el tráfico ferroviario. Especialistas policiales calcularon que entre los artefactos que estallaron y los que fueron desactivados sumaban más de 30 kilos de material explosivo.

Por otro lado, un funcionario de la prisión de Herrera de la Mancha recibió ayer tarde un paquete bomba, que fue explosionado por artificieron de la Guardia Civil. El paquete infundió sospechas por su grosor, y tras una serie de comprobaciones se confirmó que contenía un explosivo, informa Efe.

La Unión de Funcionarios de Instituciones Penitenciarias, que reclamó mayor protección para este colectivo afirmó que el paquete contenía medio kilo de explosivos y dos trampas de aperturas, datos no confirmados por el Gobierno civil, según Europa Press. En marzo del año pasado, ETA envió un paquete bomba similar al director de esa prisión, en la que hay internos unos 180 reclusos de la organización terrorista.

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