Nacional resentimiento

Los dirigentes deportivos del CF Barcelona no se andan por las ramas a la hora de expresar, y padecer, sentimientos. Como grandes hombres que sin dudason, no aceptan que medias tintas, o mediocridad, habiten en sus corazones. El deporte, para ellos, es pasión, furor, y permite esa brizna de irracionalidad, de arbitrariedad a la hora de ensalzar a los nuestros y denigrar al contrario, que convierte a los aficionados en fanáticos.Lo que inquieta, y enoja, y echa leña al fuego a la secular incomprensión existente entre la Meseta y Cataluña, y que una caterva de gentes que son como ellos alienta, es que ese odio, esa fe, van siempre dirigidos contra el mismo. Gaspart odia al Real Madrid y Núñez tiene fe en que el mismo equipo no llegue a la final de la Copa de Europa de fútbol. Y esto lo dice para excusarse ante otra lumbrera barcelonista, Cambra, que afirma que el Real Madrid, jugando en el Nou Camp una final europea, constituye un atentado contra los sentimientos barcelonistas.

El patrioterismo español ha tenido, por, desgracia, mucha gente que lo cante, voceros desalmados que lucían abanico y bata de cola o uniforme azul. La mezquindad del nacional resentimiento -me niego a llamar a eso nacionalismo, el nacionalismo es algo mucho más serio y respetable- va encontrando en Cataluña teóricos. Unos cuantos están en la cúpula de ese club al que admiro y al que más admiraría si se arrojara de su entorno a tales merodeadores.-