Weizsäcker ofrece mayor relación cultural con España

El presidente de la República Federal de Alemania, Richard von Weizsäcker, mantuvo ayer un coloquio en la Residencia de Estudiantes de Madrid con representantes de la cultura española. Se puso de manifiesto el bajo nivel de las relaciones culturales entre España y la RFA, en comparación con otros países europeos. Weizsäcker prometió, al final, hacer lo que estuviera en su mano para remediar estas carencias. El jefe de Estado alemán occidental visitó el Senado, almorzó con Felipe González y acudió al Museo del Prado durante su jornada madrileña de ayer.

Por la noche, en la capilla real del palacio de El Pardo, los reyes de España asistieron a un concierto de la Gächinger Kantorei y el Bach Collegium de Stuttgart, ofrecido por Weizsäcker y su esposa. El presidente de la RFA viaja hoy a Mérida y Cáceres.Al igual que hace en todos sus viajes, Weizsäcker quiso reunirse en Madrid con representantes del mundo de la cultura. Al encuentro asistieron Carlos Barral, Álvaro Pombo, Fanny Rubio, Soledad Ortega, José María Guelbenzu, Reyes Mate y Miguel Saenz, así como el director del Instituto Alemán de Madrid, Michael Freiherr Marschall von Bieberstein y los embajadores de España en Bonn, Eduardo Foncillas, y de la RFA en Madrid, Guido Brünner.

En el coloquios se puso de manifiesto que la relación cultural entre ambos países, que antes de la guerra civil había sido importantísimo, en especial por la figura de Ortega y Gasset, cuya hija Soledad indicó que "se había autonombrado embajador cultural de Alemania en España", sufrió un corte profundo durante la contienda española y la subsiguiente II Guerra Mundial, vacío que con el tiempo no ha logrado cubrirse aún.

Tanto el embajador español como el director del Instituto Alemán de Madrid pusieron de manifiesto las escasas dotaciones con las que se cuenta para acentuar la presencia cultural y educativa de ambos países, siendo la española en Alemania de ínfimo nivel.

Weizsäcker visitó el ayuntamiento de Madrid, donde recibió la llave de oro de la ciudad, y posteriormente se trasladó al Senado, donde, en un discurso ante los presidentes de las dos cámaras parlamentarias se refirió a las próximas elecciones al Parlamento europeo.