El Exterior, Central y Banesto buscarán capital subordinado dentro y fuera de España
El Banco Exterior de España concedió mandato a Shearson Lehman para una operación de deuda subordinada -a más de cinco años y sin prioridad de cobro por quebranto- del orden de los 15.000 millones de pesetas. La emisión se hará en yenes. Un portavoz del Exterior aseguró que aún no fueron solicitados los permisos correspondientes y dijo no disponer de los detalles ni saber el nombre del intermediario financiero a cargo de la emisión . Los fondos obtenidos mediante las emisiones subordinadas son considerados recursos propios según la legislación bancaria vigente.
El Banco Español de Crédito considera al menos seis ofertas para la emisión en los euromercados de entre 200 y 250 millones de dólares en deuda subordinada para el mismo objetivo. Banesto tiene la intención de obtener financiación en divisas, apelando si debe ampliar al mercado interior en pesetas.Los brokers que han presentado ofertas a Banesto consideran que la obtención de divisas para una banco español de primera línea en deuda subordinada sería un éxito. La financiación se mantendría en divisas, forma bajo la cual puede ser considerada recursos propios, ahorrándose, al no convertir a pesetas, el depósito previo de la financiación obtenida en divisas.
Al vencimiento de la disposición -fue aprobada por seis meses- las divisas podrían -transformarse en pesetas.
Mientras Banesto estudia las ofertas correspondientes, tanto este banco como el Central esperan la aprobación de sus cuentas de resultados tras la ruptura de la fusión, aprobación que conlleva la aprobación del dividendo sobre 1988. Ambas entidades esperan que el dividendo sea igual al aprobado en las juntas de fusión respectivas, que fue de 175 pesetas. Las operaciones de capital subordinado de Banesto, y la del Banco Central, que se hará por 49.000 millones de pesetas a cinco años en una emisión de bonos convertibles en acciones -los fondos serán capital subordinado con la posibilidad de un alto porcentaje de conversión que lo transformaría directamente en capital por acciones- requieren autorización del Banco de España y forman parte, de la negociación en curso.
Las operaciones de capital subordinado se hacen para mejorar la posición de cada entidad frente al coeficiente de garantía que exige un determinado nivel de recursos propios frente a la inversión de activos. En los casos de Central y Banesto las emisiones previstas absorberían los efectos negativos sobre esta relación de los créditos a clientes y empleados para la colocación de títulos. El Banco de España dictó una circular por la cual las provisiones sobre dichos créditos deben ser del 100% en el primer caso y del 35% en el segundo. Central ha dado financiación para adquirir títulos propios del orden de los 40.000 millones de pesetas mientras que Banesto lo ha hecho por unos 10.000 millones. Ambos bancos deberán ajustar además el nivel de recursos propios al nivel de inversión actual.
Mientras la fusión estaba en pie ese ajuste se basaba en la generación de plusvalías propias de la fusión que eran del orden de los 160.000 millones de pesetas. Según los portavoces de ambos bancos, para el Central la no fusión suponía la necesidad de dotar 13.000 millones pesetas en recursos nuevos, mientras que la cifra para Banesto era de 23.450 millones.
Por su parte, el portavoz del Exterior dijo que su banco había colocado entre clientes y empledos unos 2.000.000 de acciones, que suponen el.3% del capital de la entidad, entre unos 6.000 nuevos accionistas. De éstos, un 90% son clientes y de este total sólo el 40% apeló a créditos que en este caso fueron al 11% de interés. Según el portavoz, los empleados sólo acudieron minoritariamente a la oferta que en su caso tenía crédito al 10,5%.
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