Kahveci: "La debe demostrar que es laica"
,El ex ministro turco cree que su país entrará en la Comunidad antes de 1995
LUIS MATIAS LÓPEZ ENVIADO ESPECIAL, ¿Será capaz la CE de demostrar que es laica? ¿Podrá aceptar al único país musulmán laico del mundo?", se pregunta Adnan Kahveci, hasta la crisis ministerial del pasado viernes ministro de Estado turco y uno de los diseñadores de la demanda de plena integración en los doce presentada por Ankara en abril de 1987. "Constituirá", añade, "una prueba de lo civilizada y moderna que es la Comunidad, de si le quedan restos de la vieja mentalidad cristiana".
Pese a estas dudas, Kahveci se muestra convencido de que Turquía será antes de 1995 miembro de la CE. "El 13", recuerda, "es nuestro número de la suerte".Kahveci, de 40 años, ha sido ministro de Estado a cargo de las privatizaciones, viviendas sociales, inversiones en las regiones menos desarrolladas, televisión, creación de empleo, reducción de la burocracia y pequeñas compañías estatales. Era una especie de superministro de Economía que tenía que coordinar el trabajo de varios departamentos y que se encuentra muy próximo al primer ministro, Turgut Ozal, cuyo equipo de asesores dirigió hasta hace apenas dos años.
Pregunta. La luz verde de la Comisión Europea a la petición turca de plena integración en la CE está tomando su tiempo. ¿Para cuándo la esperan?
Respuesta. Mi opinión personal es que el ingreso en la CE depende más de Turquía que de la Comunidad. Tenemos mucha tarea por hacer. Y nuestra entrada es aún más difícil que, por ejemplo, la de España, ya que ahora hay más socios en la CE, más intereses que hay que tener en cuenta al negociar. Es dificil, por tanto, adivinar cuándo llegará la respuesta, pero espero que sea pronto.
P. ¿Por qué cree usted que a la CE le conviene abrirse a Turquía?
R. Turquía puede ser una fuerza estimulante para la Comunidad en muchos aspectos. Podemos ayudar a mejorar su política agrícola, a hacerla más eficiente y competitiva. Podemos aportar un nuevo ímpetu para la modernización de la industria, lo que también está ligado al desarrollo agrícola. Nuestro ingreso ampliaría el mercado comunitario para el próximo cuarto de siglo.
P. Tal vez el tiempo juegue contra Turquía, ya que la entrada en vigor del Mercado Único podría hacer más difícil la apertura a nuevos socios.
R. Quizá no. Nosotros nos estamos preparando como si ya fuéramos miembros de la Comunidad. Nuestra burocracia, sistema económico y legal y reformas sociales se están modificando con ese objetivo. Por ejemplo, implantamos y simplificamos el impuesto sobre el valor añadido incluso antes que Grecia. Nuestra política agrícola es la que quiere la CE. Subsidiamos las importaciones, no las exportaciones.
Mercados inteligentes
P. ¿Cuándo entrará Turquía en la CE, este siglo o el que viene?
R. Este siglo. Creo que antes de 1995. Compare con el caso de España. Ustedes tenían la ventaja de su cercanía al mercado de América Latina; nosotros, al socialista y al árabe. Ustedes tenían una alta tasa de desempleo; nosotros, también. Ustedes tenían un fuerte potencial agrícola, al igual que Turquía. Ustedes tenían corridas de toros; nosotros, no...
P. ¿Ha considerado el Gobierno turco la posibilidad de que la respuesta sea no?
R. No. Los mercados son inteligentes y saben que necesitan ampliarse. El riesgo de negativa es infinitesimal. La cuestión es: ¿será capaz la Comunidad de demostrar que es laica? Turquía es más laica que muchos países europeos. Baste un ejemplo: aquí no se juran los cargos ante la Biblia ni ante el Corán. La Iglesia no tiene ninguna relación con el Estado. Pero la mayoría de la población es musulmana.
Y déjeme decirle otra curiosa diferencia: el 13 es el número de la mala suerte en los doce, pero es el número de la suerte en Turquía. Puede que un país cristiano no quiera ser el socio número 13 de la CE, pero éste sí.
P. ¿Y no plantea ningún conflicto para una Turquía musulmana formar parte de una Europa cristiana?
R. Para nosotros, la coexistencia con los cristianos no es nueva. La mitad de los súbditos del Imperio otomano eran cristianos, y la libertad religiosa que reinaba entonces era ejemplar.
El pueblo turco es religioso, pero moderado. En ese sentido somos totalmente diferentes de los demás países islámicos. Turquía es la Noruega del mundo musulmán.
P. Europa ve con recelo el sistema político turco, desde una Constitución hecha a medida de los militares golpistas a la prohibición del partido comunista por las violaciones de los derechos humanos.
R. Es difícil explicar al mundo qué es lo que realmente ocurre en Turquía. No somos muy buenos como relaciones públicas. Hay informes exteriores que señalan que no se respetan los derechos humanos, pero sin embargo fuimos el primer país europeo que suscribió la convención contra la tortura. Créame, queremos que haya glasnost sobre este asunto. Hemos dicho a Europa: de acuerdo, vengan cuando deseen, visiten nuestras prisiones y comisarías, lo que quieran. En cuanto a la prohibición del partido comunista, es muy antigua, viene del año 1924, pero los artículos del Código Penal que condenan la militancia comunista se podrán anular en el futuro, tal vez cuando se firme el tratado de integración en la Comunidad.
P. Grecia sigue siendo el principal obstáculo para el ingreso turco en la Comunidad.
R. Ya no. Vengo hablando con mis amigos griegos desde hace dos años, y les tengo dicho que sólo Turquía puede salvar a Grecia, el único país en el sureste de la Comunidad, sin conexiones con ningún otro socio, sin inversiones extranjeras, sin industrialización. La única forma de desarrollarse es tener acceso a un gran mercado, como el turco, volcado en un 70% hacia el Oeste.
P. Sin embargo, el espíritu de Davos, abierto por Papandreu y Ozal, está ahora dormido.
R. Hay elecciones. Diversos problemas, ya sabe. Pero los dos países saben que tienen mucho que ganar si cooperan. Las diferencias que han tenido en el pasado hicieron que sean menos desarrollados. Puede que España no se beneficie mucho con la entrada turca en la Comunidad, pero desde luego Grecia sí sacaría provecho. El pasado año, los turistas griegos fueron los más numerosos en Turquía, y pudieron ver que no había animosidad contra ellos.
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