Juan Pablo II afirma que es Dios quien libera al mundo "de toda clase de intolerancia"

El papa Juan Pablo II proclamó ayer en su tradicional mensaje pascual urbi et orbi que es Dios quien libera al mundo de toda clase de intolerancias". Wojtyla pronunció su discurso ante una multitud de 100.000 personas congregadas en la plaza de San Pedro bajo un sol casi veraniego y que provocó varias decenas de desmayos.

Con tonos pesimistas, el Papa afirmó que, frente a un mundo "que parece correr sin freno hacia su propia destrucción y muerte", la Iglesia está junto a la tumba de Cristo resucitado. Una Iglesia, subrayó Juan Pablo II, "que nadie puede borrar de la historia de la humanidad ni de la historia de la creación", porque, explicó, "la resurrección no es un añadido de la historia, sino que es la historia misma del hombre". El Papa felicitó la Pascua de Resurrección en 54 lenguas e improvisó también su felicitación en catalán y en latín.Por la tarde, el papa Wojtyla recibió en audiencia especial a miles de jóvenes que estudian en las diversas universidades del Opus del de todo el mundo reunidos en Roma para debatir sobre el tema Revolución, dignidad y solidaridad. Y en un discurso pronunciado en varias lenguas, el papa polaco afirmó que "las ideologías que caracterizan la época moderna buscan también una respuesta al problema del mal, que colocan, sin embargo, exclusivamente en un plano intrahistórico, prometiendo una completa autorredención del hombre dentro de la historia". Al revés, les explicó el Papa a los jóvenes estudiantes de las universidades del Opus que le aplaudieron rabiosamente, para el cristiano, "el principio de todas las injusticias y de los conflictos sociales radica en el pecado personal".

A los universitarios de lengua castellana, los más numerosos, les exhortó en español a que se dediquen de modo particular "a los más pobres y marginados de la sociedad actual".

Un grupo de militantes de la Asociación contra la Vivisección intentó en vano llegar hasta la plaza para repartir pasquines en los que se pedía a la gente que se abstuviera de comer cordero en estas fiestas y que eligiesen una comida "vegetariana".