Los autobuses de la EMT sufren cada año 5.000 accidentes y provocan mas de 750 heridos

La coraza del autobús no es el mejor seguro contra los choques: más de 750 viajeros resultan heridos al año en los cerca de 5.000 accidentes de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). Sin ir más lejos, en la última semana se han producido dos espectaculares colisiones en el barrio del Pilar y en el paseo de la Virgen del Puerto, con un resultado de 11 heridos. La policía retira anualmente el carné a unos 80 conductores de la EMT por saltarse el Código de la Circulación. La compañía asegura que los accidentes son mínimos y que no se reciben demasiadas quejas. Pero los viajeros no opinan lo mismo.

Pedro Cañas, 65 años, caminaba lentamente por el pasillo del autobús cuando sintió el volantazo.Cañas clavó entonces sus 100 kilos de peso en los escalones de bajada. Apenas le dio tiempo a ver cómo el semáforo se incrustaba en el autobús y provocaba una lluvia de cristales rotos sobre los asientos. Otra pasajera resultó también herida.

Ocurrió el pasado 6 de marzo en un autobús de la línea 19. El bordillo bus con separador de la calle de Serrano tuvo parte de culpa. Una furgoneta giró para hacia Hermanos Bécquer sin percatarse del autobús que acababa de arrancar.

"Yo no sé cómo en tan poco espacio pudo coger tal velocidad", recuerda Pedro Cañas. "Cuando quise darme cuenta me encontraba en una ambulancia. Eso sí, pude oír al conductor diciendo que se le había olvidado que transportaba personas".

Cañas pasó tres días en el hospital de la Princesa. Los médicos le diagnosticaron fuertes contusiones en todo el cuerpo y una insuficiencia cardiaca como consecuencia de las inflamaciones.

Las diligencias las llevó la comisaría de Buenavista y reposan ahora en un juzgado de distrito. Cañas espera recuperarse de sus heridas para denunciar al conductor "por negligencia y conducción temeraria".

De momento se ha despachado con una carta al director de la compañía, José Luis Montemayor, en la que dice: "Estoy a la espera de que la EMT se interese dé si estoy vivo o muerto".

Esperar al juez

Francisco González, responsable del Departamento de Siniestros de la EMT, contempló casualmente el accidente que mandó al hospital a Pedro Cañas. "La furgoneta tuvo la culpa, porque invadió inesperadamente el carril bus".

González afirma que la compañía no tiene recursos ni personal suficiente "como para hacer un seguimiento de todos los heridos". "Los lesionados pueden esperar a que les llame el juez, pedir hojILs de reclamación en las casetas de la EMT o acudir directairiente a la compañía Schwiz, con la que tenemos suscrito un seguro de responsabilidad cimI".

Según datos facilitados por la compañía, en 1987 se tramitaron 5.141 expedientes, casi todos provocados por accidentes en los que se vieron envueltos autobuses de la compañía.

En las mismas fechas se levantaron 921 partes por lesiones, con un número total de heridos de 768 entre viajeros, peatones y conductores de otros vehículos.

Los datos de 1988, que aún no han sido recopilados, se mueven en cifras similares.

"Nos encontramos en los niveles más bajos de Europa por el número de accidentes", afirma Gregorio Álvarez, conductor de la EMT y presidente del comité de empresa. "Hay que tener en cuenta que transportamos a diario a 1.200.000 pasajeros en unos 1.400 autobuses que están en servicio permanente".

Los conductores de la EMT tienen suscritos seguros particulares que les garantizan el cobro de hasta 75.000 pesetas mensuales -aparte del sueldo- en caso de retirada del carné.

Por su parte, la EMT fija premios anuales -de 5.250 a 26.000 pesetas- para los conductores que no hayan tenido accidentes en 248 jornadas laborales.

Tanto los trabajadores como la compañía afirman que no son frecuentes las reclamaciones por mala conducción.

Varios viajeros consultados tienen, sin embargo, una queja más o menos común: "Hay conductores que llevan el autobús a trompicones y parecen descargar su mala leche al volante".

Los conductores devuelven la pelota a los automovilistas. "Las dobles filas y los aparcamientos en el carril bus hacen inevitables los frenazos y los giros inesperados", afirma Gregorio Álvarez.

Lo que no evitaron dos autobuses de la EMT la semana pasada fueron dos espectaculares choques con otros vehículos.

El primer accidente ocurrió el 13 de marzo por la noche, cuando un autobús de la línea 128 arremetió contra una hilera de coches aparcados en la avenida de Monforte de Lemos. Hubo cinco heridos. Uno de ellos, un niño de nueve años, ingresó en la Ciudad Sanitaria La Paz.

Tres días después, otro autobús de la EMT chocó contra otro de la empresa Llorente en la calle de la Virgen del Puerto, según informó la Policía Municipal. Seis lesionados fueron atendidos en la casa de socorro del paseo de Extremadura.