Un grupo de contrabandistas retiene varias horas a dos aduaneros para llevarse un alijo

Una veintena de contrabandistas de tabaco desarmaron y retuvieron a dos agentes de aduanas la madrugada del pasado domingo para poder sacar un alijo de tabaco, valorado en más de 50 millones de pesetas, que guardaban en una casa que estaba sometida a vigilancia. Como consecuencia de estos hechos ha sido detenido el propietario de la casa, Jesús Benito Vázquez García, marinero de 40 años, que ayer pasó a disposición judicial como presunto autor de un delito de contrabando.

El secretario general del Servicio de Vigilancia Aduanera de España, Ceferino Trillo, señaló que uno de sus compañeros fue torturado y que en la operación participaron de 20 a 30 personas utilizando incluso tractores. "Le retorcieron los dedos", añadió Trillo, "igual que se hacía en otros tiempos".

Fuentes oficiales informaron ayer que los hechos se iniciaron cuando un grupo de funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) acudió en la madrugada del domingo a la casa de Jesús Benito, ante la posibilidad de que hubiese en su domicilio tabaco de contrabando almacenado. Al no permitírseles el registro del domicilio sin el correspondiente mandamiento judicial, dos miembros del SVA permanecieron en el lugar en funciones de vigilancia, mientras que el resto abandonó la zona.

Sobre la una de la madrugada, los dos agentes fueron sorprendidos en el interior de su coche por unas 20 personas, que los desarmaron y encañonaron con sus propias armas. Mientras los funcionarios eran retenidos, los desconocidos sacaron de la casa un alijo de tabaco que, por su volumen -hubo de ser cargado en varios vehículos-, el SVA valora entre 50 y 80 millones de pesetas.

Concluido el traslado de la mercancía, los implicados en la operación de contrabando de tabaco abandonaron el lugar y devolvieron sus armas reglamentarias, previamente inutilizadas, a los miembros del Servicio de Vigilancia Aduanera.