Todo es relativo
Llegamos esta noche a la sexta y última de las películas de Eric Rohmer circunscritas al célebre genérico de cuentos morales, El amor después del mediodía, comedia leve en su corteza y profunda en su debate ético sobre el amor, la razón, el comportamiento lógico y el azar ilógico. Todo es relativo en el universo rohmeriano; aquí se trata de meditar el alcance de nuestras perpetuas dudas en asúntos sentimentales: a Frédéric, hombre de feliz vida familiar, le acosa una antigua novia que pretende arrancarlo de los brazos de su mujer y empezar con él una nueva vida. Ahí está el conflicto. ¿Es de veras confortable su vida actual? ¿Hubiera funcionado todo mejor de no haber perdido su amor juvenil? ¿Debe volver a él? ¿Dónde está la felicidad?Incógnitas de nuestros más recónditos avernos, frágiles desequilibrios del alma que Rohmer propone como quien no quiere la cosa; como si, al fin y al cabo, la trascendencia de todo este entramado existencial no fuera superior a la de una partida de dominó.
El amor después de mediodia, a las 2 1
15 por TVE-2; Demasiado cálido para junio, a las 2.00 por TVE-1.
Es su estilo. Manso pero regio. De una sensibilidad capaz de aturdir los principios morales más sólidos. Es un maldito intelectual, con la virtud, tan escasa entre ellos, de no parecerlo. Y además cierra su sexteto del espíritu con pequeñas y juguetonas apariciones de las actrices más señeras (Haydée Politoff, Frangoise Fabian, Béatrice Romand, Marie-Christine Barrault) de sus. filmes anteriores.
Demasiado cálido para junio, la de esta madrugada, es una comedia la mar de simple sobre nada simples enredos de espionaje y contraespionaje, con valiosas muestras, eso sí, del buen hacer británico a cargo de Dick Bogarde, Robert Morley y Leo McKern.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.