El príncipe Carlos de Inglaterra

renunció, por razones de seguridad, a participar ayer por la tarde en un partido de polo en Dubai, donde terminaba la visita que acaba de realizar por los Emiratos Árabes Unidos, según indicó un portavoz del palacio de Buckingham. Las medidas en torno al príncipe y la princesa Diana habían sido reforzadas en esta ocasión, pero no podían garantizar su seguridad en un espectáculo abierto al público. Las autoridades británicas no han ocultado que la amenaza podía venir de Irán. Teherán, que rompió sus relaciones con Londres durante la campaña contra el libro de Salman Rushdie Versículos satánicos, ha criticado la gira del príncipe a Kuwait y a los Emiratos Árabes Unidos. Algunas entradas para el partido entre el Windsor Park, en el que el príncipe era la principal atracción, y la selección de Dubai se habían vendido a 1.000 dirhams (unas 27.000 pesetas).