Compás de espera

La retirada del dinero de los mercados no ha durado mucho, al menos para una serie de valores en los que la inversión a corto plazo tiene centradas sus mejores expectativas. La previsible realización de beneficios -en realidad su continuación- encontró enseguida la presencia de un dinero que esperaba ese recorte de los precios para entrar, lo que se tradujo en una menor salida de papel a los últimos corros y en unas correcciones más suaves.Todo esto sucedía en los sectores industriales, pues el sector bancario no acusó recibo del cambio de tono del mercado y siguió con sus cosas, es decir, ganando altura. No obstante, algún cambio hubo también en este sector, ya que los restos compradores se cubrieron por encima del 90%, y el único vendedor, el del Hispano, sólo se vio atendido en un 51%.

Todo parece indicar que las realizaciones de beneficios no van a tener demasiado impacto sobre los precios, debido a la presencia de una liquidez alta y dispuesta a asumir algunos riesgos. Las sociedades cementeras detuvieron en parte su carrera, pues a última hora de la mañana volvían a atraer al dinero a precios superiores a los del cierre.

Las posiciones en esos momentos empezaban a mostrar un retroceso claro del papel ante el empuje del dinero, aunque intenciones compradoras había para muy pocos valores. El ligero cambio en la situación del sector bancario parece que va a forzar algunas precauciones entre los inversores, al menos hasta que se conozcan las nuevas posiciones de la caja.