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Los socialdemócratas, en contra de un golpe en Turquía para defender el laicismo

Erdal Inonu, presidente del Partido Populista Socialdemócrata de Turquía (PPSDI el más importante de la oposición), se mostró ayer en contra de una intervención militar para defender la identidad laica del Estado republicano. El fantasma de un golpe de Estado, que sería el cuarto en 30 años, ha surgido tras las numerosas manifestaciones integristas de los últimos días en protesta por que la ley que permitía el uso del velo islámico a las universitarias fue anulada por el Tribunal Constitucional."Es normal que el Estado Mayor del Ejército siga de cerca los acontecimientos, pero todos los problemas deben ser resueltos en el marco de la Constitución. Estamos en contra de un golpe de Estado militar", dijo Inonu.

Acusando a Irán por su "deseo de exportar su régimen a Turquía", Inonu añadió que "las protestas del velo están en contra de la Constitución, el laicismo y los principios fundamentales de la República".

En cuanto al líder natural de la socialdemocracia turca, el ex primer ministro Bulent Ecevit, presidente del Partido de Izquierda Democrática (PID), estima que "hay que encontrar la solución en el marco de la democracia".

Después de la entrevista entre el presidente Kenan Eyren (que, como jefe del Estado Mayor, dirigió el golpe militar de septiembre de 1980) y el primer ministro, el conservador Turgut Ozal, mantenida el lunes por la tarde, se supo que éste último esperará a que pasen las elecciones municipales del 26 de marzo para resolver el problema del velo.

Referéndum

El ministro de Educación, Hasan Celal Guzel, se ha mostrado, por su parte, favorable a que la cuestión se resuelva mediante un referéndum. Ésta es también la opinión de otros dirigentes del gubernamental Partido de la Madre Patria (PMP).

Las clases medias y los políticos se preguntan: "¿Es posible una revolución islámica en Turquía?". Se trata de una cuestión clave que perturba a los interlocutores occidentales de Turquía. La respuesta clásica, hasta ahora, era la de la ideología de Atatürk, el padre del régimen republicano, que considera al laicismo como garantía de salvaguardia de la república. Pero, tras el golpe de 1980, los militares se dieron cuenta de que el nacionalismo laico ataturkista no podía resistir al atractivo que, para los intelectuales, representaban las nuevas ideas de la izquierda europea. Los hombres de uniforme estimaron que la única barrera contra estas ideas era el islam. Permitieron así el renacer islámico. Toda una paradoja, ya que el Ejército fue siempre el garante de la herencia de Atatürk.

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