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Tribuna:
Tribuna
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'Muchos menos '¡legales'

En una información sobre la entrada de extranjeros en España se decía que el número de inmigrantes ilegales que hay en nuestro país "se encuentra entre los 250.000 estimados por los servicios policiales y los 800.000 que computa Cáritas". El dato atribuido a Cáritas no es cierto. Colectivo IOÉ, S.A., equipo de investigación que realizó en 1986 el estudio Los inmigrantes e.xiranjeros en España a demanda de Cáritas, protesta: "El error de la intormación no es banal, pues al inflar la cifra de ¡legales en un 222% (de 360.000 a 800.000) se usa como argumento para justificar una política agresiva y xenófoba hacia los inmigrantes con menos recursos económicos, como de hecho ocurre en la orden ministerial publicada en el Boletín Oficial del Estado de¡ 6 de marzo, en cuyo contexto informativo se ofrece el dato equivocado".Colectivo IOÉ escribió una carta a EL PAíS, hace ya más de un año, en la que advertía del mismo error. La carta no fue publicada. El redactor jefe José María Izquierdo explica que esta nueva atribución a Cáritas de esos 800.000 ¡legales salió de una incorrecta interpretación del estudio realizado por IOÉ: "Es cierto", dice, "que la cifra que debe adjudicarse al estudio es de 360.000, puesto que hay que descontar los inmigrantes provistos de documentación y los ya nacionalizados". Izquierdo lamenta que el anterior desmentido de IOÉ no se hiciera llegar a la sección de información general ni al servicio de documentación. Agrega que la repetición rnecánica de una cifra, que está en un trabajo anterior, sin que se haya corregido, ha hecho posible la reincidencia en el error. "Error que lamentamos", concluye. Y que, es de presumir, no se volverá a cometer.

Castellano maltratado

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La preocupación de muchos lectores de EL PAÍS por el correcto uso del idioma castellano proporciona abundante correspondencla al ombudsman. Entre las cartas más recientes destacan dos que tratan de casos similares a otros que ya han tenido eco en esta sección: el mal empleo del verbo cesar y los disparates gramaticales en textos de publicidad.

En un destacado anuncio (18 de febrero) que ocupaba un cuarto de página, titulado "Propuesta de colaboración comercial", se podían leer, entre otros, los siguientes palos al castellano: (...) "mensaje dirigido ya sea a los profesionistas (sic) de la venta que a los organizadores" (...) y "lectores y selezionadores" (sic). El reclamo, en general, descargaba una, soberana paliza sobre el idioma; el léxico, la sintaxis, la ortografia, nada se libraba de los azotes. "Espero que este atentado contra nuestra lengua no vuelva a aparecer en El PAÍS", escribe Lucía Pereira Peñalosa, licenciada en Filología Hispánica.

En el departamento de publicidad reconocen que se ha incurrido en el mismo tipo de fallo que el denunciado por otro lector hace meses (El ombudsman, 11 de diciembre de 1988): los textos no fueron corregidos. A partir de la primera vez, el defensor de los lectores anunció que en adelante los técnicos de diseño de anuncios se encargarían de la revisión de los originales, fueran o no artes finales (material que llega ya compuesto, montado y listo para su publicación). "Esto, efectivamente, se lleva haciendo desde entonces", explica Ricardo Casillas, director del departamento; "pero, dado el volumen de publicidad, sobre todo los fines de semana (de jueves a domingo), seguimos cometiendo errores, como bien nos dice este lector". A partir de hoy, anuncia Casillas, además de los técnicos de diseño, se ocuparán de revisar los anuncios los correctores del diario. Tengamos, pues, esperanza: estos desatinos idiomáticos no tendrían que volver a producirse.

Y cesar. Con motivo de la detitución de Pedro J. Ramírez como director de Diario 16, numerosos medios de comunicación han hecho un alarde de mal uso del verbo cesar. Ha cesado a. .., le cesó, ha sido cesado, etcétera, se ha escrito y dicho hasta la saciedad. En EL PAÍS parece desterrado este error de tomar cesar como verbo transitivo. Sin embargo, en la información sobre la cesación de Pedro J. Ramirez se escapó "el director cesado" (participio pasivo de cesar). Cesado es una palabra que no existe como nombre; es verbo (participio pasado de cesar). Un lector minucioso, y justamente exigente del correcto uso de la lengua, nos lo advierte: no se dice de nadie el cesado sino el cesante.. Añadamos que igual que no se dice el suicidado sino el suicida, ni el paseado sino el paseante. Cesemos de emplear incorrectamente el verbo cesar.

Búsqueda y salvamento

Con motivo del temporal que sufrió Asturias a finales de febrero. EL PAÍS mencionó a "un helicóptero del Servicio Aéreo de Rescate". (Las siglas de este supuesto servicio serían SAR). Pero tal servicio, advierte Dionisio A. Costales, "no existe en ningún lugar del mundo, incluida España, entendido en el sentido de departamento público encargado de la misión que su nombre indica".

Se trata de una interpretación errónea de las siglas inglesas SAR (search and rescue), que expresa una labor de búsqueda y salvamento, "pero una labor, no otra cosa, que se ejerce y desarrolla en la mar y desde tierra con el fin de encontrar o auxiliar a personas en peligro". A. Costales nos remite al manual de búsqueda y salvamento para buques mercantes (MERSAR), en el que se habla de "unidades SAR", refiriéndose a buques, aeronaves y centros en tierra que colaboran en esas misiones. "Dichas unidades", cuenta, "no tienen que ser necesariamente, buques de guerra y aeronaves militares; es más, en la mayoría de los casos no lo son". Barcos mercantes, de pesca, deportivos o de salvamento efectúan misiones SAR, siguiendo normas SAR. "En una palabra", concluye, "lo que define la misión SAR no es el origen de las unidades que participan sino el fin para que lo hacen".

El redactor jefe José María Izquierdo dice que, efectivamente, SAR no corresponde a Servicio Aéreo de Rescate, "aunque así parezca desprenderse, e incluso en oficinas de Protección Civil así se crea".

Sí existe el Servicio de Búsqueda y Rescate, dependiente del Ejército del Aire, cuyos aparatos llevan las siglas SAR porque hacen misiones SAR. Este servicio cuenta con tres escuadrones de helicópteros: el 801, con base en Son San Juan (Palma de Mallorca); el 802, con base en Gando (Las Palmas de Gran Canaria) y el 803, con base en Cuatro Vientos (Madrid). En el aeropuerto de La Coruña hay un helicóptero de SAR en alerta las 24 horas del día.

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