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Argel advierte a los refugiados de ETA que replanteará su estancia si fracasa la negociación

Representantes del Gobierno español se reunirán esta semana en Argel con los interlocutores de ETA en unas entrevistas que serán decisivas para la prórroga o no de la tregua que finaliza el próximo día 26. Medios políticos argelinos se muestran moderadamente optimistas sobre una ampliación de la tregua y el curso de las conversaciones, y dicen poder constatar la capacidad de influencia y de presión de las autoridades argelinas sobre la comunidad de activistas de ETA que encabeza Antxon Etxebeste. Estos medios han ratiricado que el Gobierno argelino ha advertido a los interlocutores etarras en las conversaciones que su estancia no podrá prolongarse indefinidamente si se produce la ruptura total de los contactos.

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La posición del Gobierno argelino se caracteriza, según las mismas fuentes, por una estricta, e incluso exquisita, neutralidad, tanto por su papel de mediador como por los compromisos derivados de las relaciones económicas y políticas con un país como España, ribereño del Mediterráneo y miembro de la Comunidad Europea.

Las reuniones celebradas hasta ahora, al menos las que ambas partes admiten, parecen haberse desarrollado en un tono formal, con los representantes de ETA y del Gobierno sentados frente a frente ante una mesa discutiendo la transición política o los problemas socioeconómicos del País Vasco, mientras los asesores esperaban fuera, en habitaciones contiguas, prestos para ser consultados.

Algunas fuentes señalan, sin embargo, que fuera de este marco los interlocutores de ambas partes -Rafael Vera, Juan Manuel Eguiagaray y el comisario Manuel Ballesteros, por parte del Gobierno, y Antxon Etxebeste, Íñigo Iruin y otros representantes de Herri Batasuna, por parte de ETA- discuten el problema de los presos, los mecanismos de incorporación de Navarra a la comunidad autónoma vasca y sobre el derecho de autodeterminación.

Según fuentes consultadas en el país magrebí, que no han podido ser contrastadas, los activistas de ETA residen, o al menos residieron durante algún tiempo, en la región de Wilaya Djelfa, concretamente en una localidad cercana a la capital de esta región, a unos 270 kilómetros de Argel.

Francia

El lugar de las entrevistas parece haber variado, pero, según las fuentes informantes, se han desarrollado preferentemente en la zona de Moreti, donde se encuentra el club Espins, un área de chalés de la capital argelina en la que son alojados los invitados extranjeros de las autoridades magrebíes.

El Gobierno francés no está al margen de los contactos y facilita los enlaces con la dirección de ETA Militar en Francia, que sigue siendo la que decide en última instancia, pese a que Antxon Etxebeste ha ido asumiendo progresivamente una mayor responsabilidad. Los medios consultados por EL PAÍS creen que Argelia, que debe parte de su prestigio internacional a la mediación desarrollada en diversos conflictos felizmente resueltos, puede desempeñar un papel determinante en la desaparición de la violencia de ETA.

Subrayan estas fuentes que el Gobierno del país magrebí ha dado cobertura, no sólo ideológica, a muchos movimientos de liberación, y que ha representado para ETA durante años la referencia histórica de la revolución posible.

Estos mismos medios aluden al pragmatismo de la política argelina, inspirada, a su juicio, en la máxima de que es la economía la que acarrea los mayores conflictos políticos.

Desde esta perspectiva, se recuerda que, tras la firma del convenio del gas con el Gobierno de la Unión de Centro Democrático, Argelia facilitó al Ejecutivo español la relación pormenorizada, con sus correspondientes fechas, de todos los etarras que realizaron cursillos de adiestramiento en suelo argelino y destacan, sin ser más explícitos, que la colaboración polucial entre ambos países no excluía a ETA.

Crisis económica

Este supuesto pragmatismo se ha acentuado, en opinión de estas funtes, tras la crisis económica provocada por la caída del petróleo y del precio del gas, los dos principales recursos del país magrebí.

Esta crisis que se encuentra en el fondo de la pasada revuelta en Argel y, en el terreno político, ha desembocado en la reforina constitucional, la apertura hacia la desaparición del régimen de partido único y el desarrollo de la prívatización.

España ha concedido recientemente a Argelia un crédito de 380 millones de dólares anuales, durante tres años, cuya renovación periódica, está condicionada. La mayor parte de este crédito (250 millones), destinados a obras de ingeniería, tiene un interés del 11,5%, con 10 años de gracia. Alguna de estas fuentes consideran que el crédito ha sido concedido en condiciones muy ventajosas e insinúa abiertamente que en la decisión española ha debido influir también un interés político.

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