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El 'submarino insignia'

Alberto Cortina dimitió, el 13 de julio de 1988, de sus cargos de consejero y presidente del Consejo de Administración de Construcciones y Contratas Internacional, un verdadero submarino insignia del grupo. Hacía escasamente cinco meses que el propio Cortina y Alberto Alcocer desplazaban de esa misma sociedad a la vieja guardia: el 14 de diciembre de 1987 los hombres próximos a Ramón Areces, que habían desembarcado en Construcciones y Contratas tras la muerte de Ernesto Koplowitz, dimitían de sus cargos en la empresa y sus filiales.Construcciones y Contratas Internacional adquiere veradera importancia cuando llegan a ella los Albertos. Tras eliminar del consejo a la vieja guardia, la empresa eleva su capital a 21.399 millones de pesetas desde el millón de pesetas anterior, cambiando además el objetivo social. Los nuevos gestores facultan a la empresa para tomar "participación en otras sociedades y empresas, mediante suscripción, adquisición y transmisión de acciones, participaciones y cualesquiera otros títulos valores".

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Las figuras

El consejo que se forma en ese momento cuenta, entre otros, además de con Alberto Cortina y Alberto Alcocer, con Rafael Cabello de Alba, Portland Valderrivas -empresa a la que hasta ahora no ha llegado el cambio de gestión- y Álvaro Álvarez Alonso. Pero el proceso de control por parte de Cortina y Alcocer dura menos de un año. El 13 de julio de 1988 Cortina abandona el consejo, sin que se cubra la vacante ocasionada, mientras se repite la mecánica del conjunto de las sociedades. Se designa a la empresa Construcciones y Contratas para la presidencia de Construcciones y Contratas Internacional. El círculo se cierra al encabezar la empresa madre a la filial más capitalizada del grupo, que cuenta desde diciembre de 1987 con una ampliación de capital social que le permite, de hecho, sostener en su entramado otros títulos, valores y acciones. Algo así como un holding.

Quedaba por amarrar algo más que un detalle, pasar a tomar el control de la propia Construcciones y Contratas. Algo que Alicia y Ester Koplowitz alcanzaron el pasado 8 de marzo, cuando la misma operación de zapa y control se materializó con la salida de Cortina de Conycon, con el nombramiento de Alicia Koplowitz como vicepresidenta de la compañía y el retorno de los hombres de la vieja guardia. Sin embargo, una escalada de esta naturaleza no se puede hacer sin pactos, y la crisis abierta en enero sólo pudo haber desempeñado un papel de catalizador en un final que debe estar previsto.

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