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La ilusión de una vida

Jean-Claude Gaudin, presidente del Consejo Regional Provenza-Alpes-Costa Azul y candidato de la derecha a la alcaldía de Marsella, asiste con satisfacción al ajuste de cuentas socialista. Quizá la reyerta le permita alcanzar el sueño de su vida, que casi consiguió en 1983, cuando superó a Defferre en la primera vuelta.Orondo y jovial, Gaudin pasea sus esperanzas por un centro comercial de los barrios chic de: Marsella, junto a las playas del Prado. Saluda, se presenta, da saltitos, "hop, hop, hop", y reparte su programa para "un millón de marselleses". Presidente del grupo de la Unión por la Democracia France:sa (UDF) en la Asamblea Nacional, Gaudin ofrece la "seriedad, la generosidad y la audacia que Marsella necesita". "Yo tengo un programa", se jacta, "y un equipo unido. Los demás, no". Sabe que, por el momento, su enemigo es el alcalde: "Vigouroux no puede mostrar un balance, no tiene presupuesto, ni ideas. Es sólo el papel que envuelve el regalo".

Como todo en Marsella pasaba por Defferre, Gaudin colaboró también con él durante 12 años, y en la década de los setenta formó parte del gobierno municipal, cuando el patriarca socialista gobernaba con los centristas, "la mejor época para la ciudad".

Pero Gaudin pactó luego con el Frente Nacional (FN), de Jean-Marie Le Pen. Su apoyo activo permitió la elección, en las cantonales de 1985, del primer cargo del FN surgido del sufragio universal. Después, Gaudin colaboró estrechamente con la extrema derecha en el Consejo Regional que preside, donde se diseñaba la "Marsella a dos velocidades", una para los franceses, otra para los inmigrantes. Ahora se muestra contrario a la fusión de sus listas UDF-RPR con el FN entre las dos vueltas, "porque sería muy complicado". En esta ciudad que parece hallarse en la otra orilla del Mediterráneo, Le Pen apela a los franceses a "liberar Francia". Los franceses, sin embargo, con la imagen del líder ultra ahogada en sus propios excesos, parecen más interesados en liberarse del propio Le Pen. Todo el mundo lo reconoce: la inseguridad, la presencia masiva de la emigración son las mismas, pero el clima ha cambiado.

Gaudin cuenta con el apoyo del diario Le Meridional, del mismo grupo empresarial que Le Provençal, el periódico de la izquierda y de Defferre, con el que comparte edificio y planta. En el segundo piso, la puerta de la izquierda, lógicamente, da paso a la redacción de Le Provençal y la de la derecha franquea la entrada a Le Meridional. El reparto es, sin duda, otra especialidad marsellesa.

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