El Gobierno no supedita la cooperacion con Guinea al respeto de los derechos humanos
El Gobierno español no supedita ni vincula su programa de cooperación con Guinea Ecuatorial al proceso democratizador de ese país y al respeto de los derechos humanos, según reconoció ayer el subsecretario de Asuntos Exteriores, Inocencio Arias, ante la sorpresa del diputado de Izquierda Unida Gerardo Iglesias. Arias, que compareció en la comisión de Exteriores del Congreso, recordó que Guinea es un país soberano, "no una colonia", por lo que una intromisión en sus asuntos internos tendría "la repulsa airada del Gobierno guineano y de la comunidad internacional".El diputado de Izquierda Unida Gerardo Iglesias, que participó en la comisión parlamentaria sobre la cooperación con Guinea presidida por el socialista Ciriaco de Vicente, recordó que, como resultado de los trabajos de dicha comisión, se instaba al Gobierno ecuatoguineano a abrir el proceso democrático y a hacer más escrupuloso el respeto de los derechos humanos. Iglesias mostró a Inocencio Arias su preocupación al considerar que el Gobierno "no impone condicionamientos" a las autoridades guineanas en el orden político.
Inocencio Arias defendió otra teoría para garantizar la democracia en Guinea. A su juicio, la cooperación técnica y económica que brinde España a ese país "posibilitará que la democracia guineana tenga unas bases más sólidas". Según Arias, esta cooperación no puede vincularse directamente con los asuntos internos de ese país. No obstante, Arias recordó que el Gobierno español sí está preocupándose por la apertura política de Guinea, y aseguró que España "viene dando pruebas de intervenciones, incluso directas, para lograr respeto a los derechos humanos y para que vuelvan los exiliados".
Inocencio Arias respondió a una serie de preguntas formuladas por los diputados del Grupo Popular Álvaro Molina y Alberto Durán Núñez, sobre la marcha de las negociaciones con el Reino Unido para que España recupere la soberanía sobre Gibraltar y sobrela utilización conjunta del aeropuerto de Gibraltar.
Arias hizo gala de una extremada prudencia en sus respuestas y confió en que el tiempo, los oficios diplomáticos y las buenas relaciones con el Reino Unido darán la razón a España. Rechazó que Gibraltar pueda convertirse en un miniestado, y aseguró que será "británico o español, pero no independiente". Arias ironizó al dirigirse a los diputados de la oposición y afirmó que "es posible que Gibraltar sea español, pero no parece que se consiga en esta legislatura".
[Por otra parte, el ministro principal de Gibraltar, Joe Bossano, ha manifestado que nunca podrá haber una Europa unida mientras las pequeñas comunidades se sientan intimidadas por las grandes, informa Efe. Bossano respondía así en el diario británico The Independent a las declaraciones hechas por Felipe González al mismo periódico el pasado sábado.]
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