La dirección del PSOE guarda silencio Sobre el documento de los 'críticos'
La dirección del PSOE se abstuvo ayer de enjuiciar el documento recibido el pasado lunes por el presidente federal del partido, Razón Rubial, en el que se critican determinados aspectos de la gestión de los Gobiernos socialistas y se expresa una gran inquietud por la ruptura con la UGT. Tampoco se ha pronunciado al respecto la dirección ugetista, con el argumento siguiente: "Si somos celosos de nuestra autouomía, lógicamente hemos de respetar la de los demás", según manifestó ayer un portavoz del sindicato.
El documento, que han suscrito 15 militantes -entre ellos varios parlamentarios y antiguos altos cargos- será analizado por la ejecutiva del PSOE cuando ésta lo considere oportuno. "No vamos a parar la actividad del partido porque haya llegado ese documento", comentó un portavoz de la dirección.Alejandro Cercas, miembro de la ejecutiva, manifestó con ironía: "Nosotros estamos encantados de arreglar las cosas con la UGT. Lo que me parecería muy bien es que para eso los compañeros [firmantes del documento] se dirigieran también a UGT".
El ministro para las Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, opinó que, puestos a escoger reflexiones que merezcan centrar un debate político en el seno del PSOE, hay otras muchas con más contenido que el del texto entregado el pasado lunes al presidente del partido. Zapatero rehuyó hacer declaraciones sobre el documento para no darle más importancia que la que tiene, que en su opinión es escasa.
Por parte de los firmantes del texto, el diputado Ricardo García Damborenea negó que este grupo pueda considerarse "el brazo político de UGT" y reiteró la conveniencia de un Congreso extraordinario del partido socialista.
Luis de Velasco, ex secretario de Estado de Comercio y uno de los firmantes, comentó que "aunque el texto lo han rubricado 15 personas hay muchas más que lo apoyan" y que están dispuestas a adherirse al mismo.
Izquierda Socialista discrepa
Por su parte, miembros de la corriente crítica Izquierda Socialista (IS) expresaron coincidencias y discrepancias con el texto. Según Antonio García Santesmases, portavoz de IS, las coincidencias se refieren al análisis de la gravedad del divorcio entre el partido y su base, evidenciado en la huelga general del 14 de diciembre; a la alarma ante la ruptura con UGT y a la constatación de que el partido no puede subordinarse al Gobierno.
"Pero hay cosas que no podemos suscribir", añadió. "Los problemas del PSOE con su base no vienen sólo del 14-D, sino del referéndum de la OTAN, que provocó una herida profunda en la cultura de la izquierda, por lo que no podemos aceptar que el Gobierno haya tenido éxito en la proyección exterior. Ni tampoco cabe sacralizar el proyecto felipista del 28 de octubre de 1982, que logró una gran mayoría en torno a la consolidación de la democracia, objetivo ya conseguido".
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