China promete a Bush que no se aliará con la URSS
Las autoridades chinas han asegurado al presidente norteamericano, George Bush, que desean normalizar las relaciones con la URSS, sin que ello signifique establecer una nueva alianza entre las dos potencias socialistas, que abrieron un cisma hace 30 años. Tanto el máximo dirigente chino, Deng Xiaoping, cómo su primer ministro, Li Peng, expresaron ayer a Bush en Pekín la voluntad de profundizar la amistad con Estados Unidos, pero recalcaron que el apoyo militar norteamericanoa Taiwan dificulta el mejoramiento de las relaciones con Washington.
ENVIADO ESPECIALBush concluyó anoche, su visita oficial a China y hoy realizará una breve escala de cuatro horas en Seúl, antes de regresar a Washington, para entrevistarse con el presidente surcoreano, Roh Tae Woo, y pronunciar un discurso ante el Parlamento del país.El viaje del presidente nortearnericano, a China ha sido para él un éxito diplomático, pese a haber estado afectado desde el comienzo por los problemas internos que tiene que afrontar la Casa Blanca para conseguir la confirmación del nombramiento de John Tower como secretario de Defensa. Bush dijo ayer, en una entrevista en directo a la televisión nacional china, que las relaciones entre Washington y Pekín se hallan en su momento óptimo y que para él es una "tarea vital" continuar desarrollandola.
Bush es para los chinos, indudablemente, el mejor defensor que tienen en Estados Unidos, por el gran conocimiento que posee sobre la realidad del país, gracias a su estancia durante un año como primer representante diplomático norteamericano en Pekín. Así se lo comunicó ayer el anciano Deng Xiaoping, quien a los 84 años controla todavía las riendas del poder. Deng se entrevistó durante una hora con Bush y ofreció luego un almuerzo en la gran Sala del Pueblo.
El viejo líder dijo que China no esconde ninguna carta cuando habla de normalizar las relaciones con la Unión Soviética y que China confía en que entren en una nueva fase tras la visita que el máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, tiene previsto realizar a Pekín a mediados de mayo.
Deng expresó su esperanza de que las reformas emprendidas por el máximo dirigente de la URSS tengan éxito y elogió también los acuerdos de desarme alcanzados por Estados Unidos y la Unión Soviética.
Antes del encuentro con Eleng, el presidente Bush se entrevistó durante dos horas con el primer ministro, Li Peng, en un clima calificado por fuentes oficiales norteamericanas como de "diálogo extraordinario y sin precedentes", en el que se abordaron como temas Camboya, la península de Corea, Oriente Próximo, Afganistán, la proliferación nuclear, el comercio bilateral, Taiwan y las relaciones chino-soviéticas.
Reunificación
El portavoz de la Casa Blanca Marlin Fitzwater, dijo que Bush había reafirmado a Li la postura norteamericana de reconocer una sola China y reiteró que Estados Unidos no quiere intervenir en el proceso de reunifica ción, que debe ser resuelto sin presiones por ambas poblaciones.Li Peng subrayó, sin embargo que la ayuda militar norteamen cana a Taiwan constituye un obs táculo en el desarrollo de las re laciones entre Washington y Pekín.
Con respecto a la venta de mi siles chinos a Oriente Próximo Bush parece que ha obtenido la promesa oficial de que China nfacilitará cohetes a Irán y Libia. A cambio, el presidente norteamericano se ha comprometido a suavizar las restricciones que pesan para la exportación de tecnología avanzada a China y ha sugerido la conveniencia de estudiar la viabilidad de un acuerdo que facilite un incremento de las inversiones norteamericanas en el país asiático.
Bush quiso entrevistarse ayer con el príncipe Norodom Sihanuk, el líder de la resistencia camboyana exiliado en Pekín, para expresarle su respaldo a una solución del conflicto de Camboya que paje a través de la formación de un Gobierno que excluya la presencia de los jemeres rojos de Pol Pot por su responsabilidad en la muerte de más de un millón de camboyanos durante el régimen de terror que vivió el país entre 1975 y 1978 y que sirvió a Vietnam de pretexto para invadir Camboya en el año 1979.
El Gobierno chino dijo ayer que los dos puntos cruciales parala resolución del conflicto camboyano son la retirada completa de las tropas vietnamitas y la formación de un Gobierno de coalición integrado por los tres grupos que componen la resistencia -incluido el de los jemeres rojos- y el encabezado por el príncipe Sihanuk.
Bush, que se entrevistó el domingo a última hora con el secretario general del Partido Comunista Chino, Zhao Zyang, concluyó su estancia en Pekín con una bart acoa tejana ofrecida a medio millar de invitados, entre los que debía encontrarse el disidente científico Fang Lizhi, considerado como el Sajarov chino. Sin embargo, la policía evito la comparecencia de Fang.
El automóvil en el que viajaba fue interceptado antes de que llegara al hotel Gran Muralla, si bien su r as ajero no fue detenido. Según el hijo M disidente, caracteriza do por su crítica al partido comunista, Fang se dirigió a la casa de un diplomático extranjero.
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