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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Los carlistas, Anguita y Carlos Marx

Don Julio Anguita, flamante presidente psicológico del Gobierno y secretario general de los comunistas, la verdad es que para hacer gala de conocimientos de historia no tiene muy en cuenta la opinión de don Carlos, y aunque el tema tenga relación con el carlismo, me refiero a la opinión de don Carlos Marx.El señor Anguita, al ser preguntado sobre el problema terrorista de ETA -es conveniente no olvidar que ETA tiene un fuerte componente marxista-leninista-, afirmó que sólo había que ver el mapa del carlismo en el siglo pasado para hacerlo coincidir con el mapa de ETA.

Además de olvidar los tiempos en que los comunistas apoyaban a ETA como movimiento de liberación nacional, a nadie le puede extrañar, ya que recientemente se ha tenido que hacer entrar en razón a quienes pretendían que el PCE no renunciase a la lucha armada como medio de lograr la revolución.

El señor Anguita olvida la opinión que Carlos Marx tenía del carlismo: "El carlismo no es un puro movimiento dinástico y regresivo, como se empeñan en decir y mantener los bien pagados historiadores liberales. Es un movimiento libre y popular en defensa de tradiciones mucho más liberales y regionalistas que el absorbente liberalismo oficial, pléyade de papanatas que copiaban la Revolución Francesa. Los carlistas defendían las mejores tradiciones jurídicas españolas, las de los fueros y las Cortes legítimas que pisotearon el absolutismo centralista y el absolutismo monárquico del Estado liberal. Representaban la patria grande como suma de las patrias locales, con sus peculiaridades y tradiciones perpetuas...".

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El carlismo nunca renunció al uso de las armas para defender lo que consideró justo, pero nunca en la forma del tiro en la nuca. El carlismo, defensor de la monarquía federativa, nunca cuestionó la patria grande de todos los españoles. El carlismo, defensor de la justicia social y de los más necesitados, nunca cayó en el odio de la lucha de clases que preconiza el marxismo-leninismo.

Señor Anguita, ¿no será más bien que el mapa de ETA cofficide con el mapa de la marxistización del País Vasco por las masas proletarias venidas de otras zonas de España?-

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