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Los argelinos aprueban la reforma coitucional

Islamistas, heréberes y comunistas serán las primeras fuerzas políticas argelinas de oposición que intentarán constituir partidos legales al amparo de la reforma de la Constitución aprobada ayer en referéndum. La nueva ley de leyes de Argelia termina con el sistema de socialismo y partido único, sostenido por más de cinco lustros por el Frente de Liberación Nacional (FLN) y masivamente criticado en la revuelta del pasado octubre. Como es habitual, la gran mayoría de los 13 millones de electores inscritos participó y votó sí en el referéndum, cuyos resultados finales debían ser difundidos hoy.

Era la tercera vez en menos de cuatro meses que los argelinos estaban convocados a las urnas y, según informaban mediada la tarde los observadores independientes presentes en Argel, los electores acudieron a los colegios electorales con el mismo orden y falta de euforia que en las dos consultas precedentes. Esta vez la vieja guardia del FLN había participado aún con menor entusiasmo en la campaña electoral que en el primer referéndum reformista de noviembre y en la reelección como presidente de Chadli Benyedid a finales de 1988.La nueva Constitución ilustra el foso que separa al equipo del presidente Chadli Benyedid ole los cuadros más dogmáticos del FLN y de los militares partidarios de la continuidad de la tutela del Ejército sobre el partido único y toda la sociedad argelina. El nuevo texto sólo atribuye a las Fuerzas Armadas el papel que tienen en las democracias, el de "la defensa de la unidad y la integridad territorial". En la Constitución de 1976 otra de las tareas de los militares era servir de "escudo del socialismo".

Nadie, sin embargo, había osado efectuar llamamientos a votar no. Al frente del FLN están ahora los reformistas de Chadli Benyedid, aspirantes a que el todavía partido único argelino siga siendo la principal fuerza política del país, aunque despojado del dogma del socialismo irreversible, y capaz de cohabitar con una oposición legal. A regañadientes, los puros del partido están teniendo que tragar el proyecto de cambio que el presidente impulsa desde los disturbios de octubre. En aquellas jornadas, buena parte de la juventud argelina expresó, al precio de más de cuatrocientas vidas, su deseo de una existencia más confortable y libre.

Las tres cuartas partes de la población argelina tienen menos de 30 años y no vivieron los sacrificios que costaron a sus mayores arrancar la independencia. En una mesa redonda organizada esta semana por la agencia oficial argelina, APS en los institutos Omar Racim y El Idrissi, los participantes exigieron "un alojamiento decente un empleo estable, diversiones y la posibilidad de participar democráticamente en la vida pública de su país". Los estudiantes denunciaron que el sis tema vigente en Argelia les ha convertido en robots, y expresa ron "una moderada esperanza respecto a la reforma en curso" según informó APS.

La apertura de Chadli Benyedid intenta dar una respuesta paulatina y controlada desde el poder a esas aspiraciones juveniles. Pero la hora de la verdad está aún por llegar. En los próximos meses, el actual Parlamento, compuesto exclusivamente por militantes del FLN, tiene que aprobar un código electoral democrático y las leyes de libertad de Prensa y de partidos políticos que desarrollen la reforma de la Constitución. Luego, el Parlamento será disuelto y Argelia celebrará sus primeras elecciones generales en libertad. Entonces, el país magrebí se habrá convertido en ese Estado de derecho que predice el presidente, y la II República argelina, nacida formalmente ayer, será una realidad.

Con mayores o menores reticencias, las aún semiclandestinas fuerzas de la oposición interior habían manifestado en los últimos días su apoyo a la reforma de la Constitución. Dos de ellas, los integristas islámicos y los defensores de la lengua y la cultura beréber, fueron más lejos y constituyeron embriones de futuros partidos políticos.

Nuevos partidos

Los beréberes de la región de Kabilia crearon la pasada semana una Agrupación para la Cultura y la Democracia. Esa organización pretende dar co bertura legal al hasta ahora se miclandestino Movimiento Cultural Bereber, influyente en la región de la Kabilia. Por su parte, los principales animadores del islamismo argelino -con el popular predicador Ali Beljach, de la mezquita de Bab el Ued, a la cabeza- anuncia ron el pasado martes la inmi nente formación de un Frente de Sa vación Islámico, para la corip,eta implantación de la charia o ley musulmana en Argelia. La tercera fuerza política que aspirará a la legalización será el Partido de la Vanguardia Socialista, expresión semitolera la del comunismo argelino.

Los más antiguos partidarios de la reforma constitucional han sido los periodistas, abogados y universitarios que desde octubre luchan por conquistar espacios de libertad en Argelia. Esos sectores han acogido con entusiasmo las novedades, de la Constitución, en particular la ausencia de la palabra socialismo, la vía libre otorgada a las "asociaciones de carácter político" y la limitación del papel del Ejército.

"La Constitución de 1989 pone las bases para que Argelia se transforme en una democracia sin adjetivos", afirmó a EL PAÍS un influyente periodista argel no durante la reciente cumbre magrebí de Marraquech . Un compatriota suyo anunció que la Constitución supondrá el nacimiento de "la segunda República argelina".

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