Matrimonio

Un matrimonio feliz puede depender de sus peleas, según un nuevo estudio que afirma que no dar importancia a los conflictos y simular que no existen profundas desavenencias puede socavar una relación. Los autores del informe, los psicólogos John Gottman y Lowell Krokoff, afirman que las rifias en las que la pareja expresa su enfado libremente, mientras no se dejen fuera de control, son positivas. Añaden que es especialmente destructivo ¡el hecho de que uno u otro de los componentes del matrimonio adopten posturas defensivas o testarudas. Los psicólogos estudiaron parejas que tenían problemas matrimoniales y, tres años más tarde, hiablaron con ellas para conocer cómo les iba en sus matrimonios. El estudio indicaba que las peleas más fructíferas eran aquellas en que las parejas se sentían libres para enfadarse entre ellas, se sentían recíprocamente comprendidas y finalmente llegaban a un acuerdo que llevaba consigo un grado de compromiso. Gottman asegura que esta clase de peleas proporcionan a las parejas la sensación de que pueden resistir juntos el conflicto. La mejor actitud de un marido cuya mujer empieza una pelea es, según Gottman, "darle a entender que él está escuchando y mostrarle respeto". Sin embargo, no todos los psicólogos y expertos en cuestiones matrimoniales están de acuerdo. La tendencia general. es que animar a que existan riñas hace más probable que una pareja se pelee.

22 de febrero