Discreta reacción positiva

La bolsa ha continuado apuntando una posible reacción técnica basada exclusivamente en la ausencia de vendedores y en la falta de medidas concretas ante el incremento de los precios al consumo. El papel sólo llega a los corros sobre pedido, es decir, cuando es el dinero el que plantea el intercambio, lo que lleva a volúmenes de negocio muy bajos -el martes 5.000 millones de pesetas sin el sector bancario- pero que permiten la mejora de las cotizaciones. Las últimas actuaciones de los valores bancarios también empiezan a dar sus frutos, pues vender a estos precios supone, en algún caso, perder hasta 100 enteros desde una posición tomada al iniciarse este ejercicio.Con estas acuaciones se pretende dar como bueno el actual nivel de las cotizaciones o, cuando menos, demostrar que es dificil que bajen más, aunque nadie parece capaz de garantizar la continuidad del avance recién comenzado. La vista sigue puesta en las autoridades monetarias y en los matices que introducen en sus declaraciones los responsables del Ministerio de Economía y del Banco de España, en un intento de adivinar futuras actuaciones de unos y otros.

Se llegó al cierre con un ambiente en el que se echaban de menos los tanteos compradores generalizados que garantizasen una mínima continuidad de esta reacción positiva, quedando limitadas las tomas de posiciones a unos cuantos casos muy concretos. La explicación de estas precauciones estaba en la reanudación de la actividad de Wall Street tras un largo fin de semana.